Según estas informaciones, la cúpula militar ha ordenado "incrementar la vigilancia" y "anticipar todo movimiento" hacia el territorio nacional, ante la amenaza que puede suponer la inestabilidad en las zonas fronterizas.
La decisión ha sido tomada debido a la inestabilidad que atraviesan Libia, sin un gobierno unificado desde la caída de Muamar Gadafi en 2011, y Malí, especialmente en el norte del país, donde operan varios grupos yihadistas.
Asimismo, las autoridades argelinas están preocupadas por el aumento del contrabando de armas y narcóticos en la franja del Sahel, marcada por la porosidad de las fronteras.
Argel está además preocupado por el posible retorno de combatientes tunecinos desde Libia, donde han estado integrados en grupos yihadistas, ante la posibilidad de que perpetren ataques en territorio argelino.
En los últimos meses, las autoridades argelinas han hallado varios arseles de armas de distinta importancia en las fronteras con Libia, Níger y Malí, lo que ha hecho saltar las alarmas.