El sospechoso había saltado ya una valla adyacente y supuestamente se disponía a entrar. "No tenía ningún arma ofensiva y el incidente no está siendo tratado como terrorista", ha aclarado Scotland Yard en un comunicado.
El joven, que ha sido sometido a una evaluación psiquiátrica, ha quedado en libertad condicional con la obligación de presentarse en una comisaría de la capital británica a principios de enero.
El incidente se suma a otros similares registrados en Buckingham en los últimos años. El último de ellos tuvo lugar en octubre, cuando fue detenida una mujer por intentar escalar las puertas de acceso a este emblemático enclave, uno de los más visitados de Londres, mientras que en agosto un hombre que blandía una espada junto al palacio fue imputado por terrorismo.
El suceso más grave, sin embargo, se produjo en 1982, cuando un intruso, Michael Fagan, logró llegar al dormitorio de Isabel II. La prensa destacó entonces que la reina y Fagan conversaron durante diez minutos antes de que los guardias procedieran al arresto.
La Policía británica está en especial estado de alerta después de un año complicado en términos de seguridad, con cinco ataques vinculados al terrorismo, la mayoría de ellos en la capital.