La delegación de uno de los grupos étnicos de Birmania abandona la conferencia de paz

EUROPA PRESS 02/09/2016 06:47

Alegando desigualdad en los debates, los delegados del grupo y su personal han salido de las instalaciones donde se celebra el acto. Los organizadores de la conferencia, por su parte, han reconocido una mala gestión de la misma.

Tah Nyi Lu, delegado de la Organización Nacional Wa --distinta de la UWSA-- ha reconocido haber oído a la delegación de la UWSA informar a un miembro del personal del comité organizador de la conferencia y abandonarla.

"La UWSA informó a su comité ejecutivo central de que no había igualdad en la conferencia, así que la abandonó, diciendo que estaban cansados de ella", ha explicado al portal birmano.

Tras conocerse la noticia, el negociador de paz del Gobierno, Jin Zaw Oo, ha asegurado que se trata de un "malentendido" y ha explicado que su comité negociará con el grupo para que regresen a las conversaciones. "Iremos al hotel (donde se alojan) y hablaremos con ellos", ha explicado.

"Es un malentendido. La UWSA no es un mero observador. Les hemos dado identificación de observadores como medida temporal para que puedan entrar a la conferencia", ha afirmado.

"He escuchado que aún no han vuelto. Hablaremos con ellos", ha asegurado el líder del grupo étnico chin, Salai Lian Hmong Sajong.

Ambos se han desplazado hasta el hotel, pero el grupo ya lo había abandonado.

El problema que ha surgido con este grupo ha sido de mala comunicación y, además, un error en la gestión de las identificaciones de entrada. Para asistir a la conferencia existen diferentes tarjetas --desde la categoría de organización étnica armada, hasta partido político, miembro del Gobierno, representante étnico u observador--.

Por alguna razón, la UWSA no recibió la acreditación correcta a su llegada, por lo que se les ofreció de forma temporal una tarjeta de observador para poder acudir.

La conferencia ha recibido varias críticas en torno a la organización de la misma, entre ellas, la falta de personal: sólo una veintena de personas está trabajando en un acto al que han asistido 1.600 personas. Varios diplomáticos también han criticado la mala gestión en cuanto a la localización y la organización de asientos de los grupos armados.