"Hemos liberado 200 kilómetros cuadrados. Es el primer paso en la liberación, en una ofensiva militar conjunta de los peshmerga --las fuerzas de seguridad kurdas-- y el Ejército iraquí", ha afirmado.
En su discurso, Barzani ha aplaudido la "histórica coordinación" entre los peshmerga y las fuerzas iraquíes, prometiendo continuar trabajando con el Gobierno central para expulsar a Estado Islámico de la ciudad.
"Es la primera vez que la sangre de los peshmerga y de las fuerzas iraquíes se mezcla. Esperamos que se trate de un buen inicio para crear un futuro brillante para ambas partes", ha dicho, según ha informado la cadena de televisión kurda Rudaw.
Así, ha subrayado que la liberación de Mosul "no significará el fin del terror", argumentando que "Bagdad y Erbil deben coordinarse con el apoyo de las fuerzas de la coalición", a la que ha dado las gracias por su apoyo.
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, anunció en la madrugada del lunes el inicio de la operación en Mosul. El grupo yihadista controla la ciudad desde verano de 2014 y la ha convertido en la capital iraquí de su autoproclamado califato.
Con cerca de dos millones de personas antes de que comenzaran los enfrentamientos, la ciudad constituye una zona de vital importancia para los milicianos en Irak. No obstante, el Gobierno teme que el asalto a la urbe provoque un éxodo masivo de iraquíes.