Varios investigadores de todo el mundo han llegado a la conclusión de que el grado de inteligencia de las personas viene determinado por la genética de la madre y no por la del padre, según informa el medio británico 'Independent'.
Las posibilidades de que las madres tengan más repercusión en la capacidad intelectual son mayores debido a que la inteligencia se encuentra en el cromosoma X y las mujeres cuentan con dos de ellos. Además, todo apunta a que los genes responsables de las funciones cognitivas que se heredan del padre podrían desactivarse automáticamente.
Para probarlo, se realizó un experimento con ratones que habían modificados genéticamente. Se descubrió que los que tenían más genes maternos habían desarrollado un cerebro más grande, pero su cuerpo era más pequeño y al revés los que tenían más genes paternos.
Los científicos vieron que las células con genes paternos se acumulaban en el sistema límbico, implicado en funciones como el sexo, la comida y la agresividad pero no había rastros de este tipo de células en la corteza cerebral.
Esta teoría fue también comprobada con personas. Para ello, desde 1994 se realizaron entrevistas anuales a 12.686 jóvenes de entre 14 y 22 años y el resultado corroboró lo que ya se sabía: el mayor peso de su inteligencia venía del coeficiente intelectual de la madre.