Una mujer en silla de ruedas denuncia que una aerolínea la dejó en tierra en Sevilla: "Ha jugado conmigo"

  • Ana María, que se mueve en silla de ruedas, ha denunciado que una aerolínea la dejó en tierra en el aeropuerto de Sevilla

  • Asegura que le dieron dos opciones: no volar o romper el joystick de la silla sin garantizarle que alguien pudiese arreglarlo en el destino

  • "Hago este vídeo para que esto no se repita porque lo mismo que estoy viviendo yo hoy aquí (que esto es de vergüenza) lo puede vivir mucha gente más", expresa

Ana María, que se mueve en silla de ruedas, ha denunciado en un vídeo compartido en la red social TikTok que una aerolínea la dejó en tierra en el aeropuerto de Sevilla. La joven explica que el viernes iba a volar a Milán, que se había asegurado previamente de que podía hacerlo con su silla y que una vez en el avión le dieron dos opciones: “que yo no volase o volar y estropear el joystick de la silla sin que nadie me pudiese garantizar si allí, en Italia, me lo iban a poder arreglar”.

La joven ha decidido grabar un vídeo desde el aeropuerto de Sevilla porque considera que “Ryanair ha jugado conmigo muy fuertemente y hago este vídeo para que esto no se repita porque lo mismo que estoy viviendo yo hoy aquí (que esto es de vergüenza) lo puede vivir mucha gente más”.

La bajaron del avión

En el vídeo, explica lo ocurrido: “Llevo en el aeropuerto de Sevilla desde esta mañana, a las diez y media de la mañana. A las cuatro y media de la tarde, volaba a Italia, volaba a Milán. Voy en silla de ruedas eléctrica. He preguntado muchas veces si había algún problema con la silla. Nada, ningún problema. Me midieron la silla y la silla tenía las medidas correctas. Todo ok, todo para adelante”.

“Me montan en el vuelo y cuando ya estoy en el vuelo, me avisan de que la silla no da las medidas correctas, de que la silla no puede volar, que había dos opciones: que yo no volase o volar y estropear el joystick de la silla sin que nadie me pudiese garantizar si allí, en Italia, me lo iban a poder arreglar”, continúa, expresando que la segunda opción no tenía “ni pies ni cabeza” porque “cómo me voy a mover yo por allí por Italia si no logro arreglar esto”.