Los diez agentes detenidos recientemente en Estados Unidos bajo la acusación de pertenecer a una trama de espionaje para el Kremlinhan aterrizado este viernes por la tarde en el Aeropuerto Internacional Domodedovo de Moscú en un avión del Ministerio de Emergencias ruso, según han informado fuentes del aeródromo moscovita.
El aparato había aterrizado en Viena hacia las 11:15 horas, locales y en la España peninsular, y ha despegado minutos más tarde. La deportación se inició ayer desde Estados Unidos, poco después de que los diez detenidos, de distintas nacionalidades, confesaran haber realizado actividades de espionaje para Rusia, tal y como habían acordado de antemano Washington y Moscú.
La contraprestación rusa
Este pacto incluye la puesta en libertad de cuatro agentes de nacionalidad rusa que trabajaban para diferentes agencias de inteligencia occidentales, a los que el presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha concedido el indulto en la mañana de este viernes, según ha informado el Kremlin. Junto a ellos Medvedev también ha amnistiado a otros 16 individuos ajenos a este canje, según la agencia de noticias RIA Novosti.
Los nombres de los liberados son Alexander Zaporozhsky, Gennady Vasilenko, Sergei Skripal e Igor Sutyagin, ha informado la secretaria de prensa del Kremlin, Natalia Timakova, en declaraciones a la agencia Ria Novosti.
Por su parte, el avión con los cuatro liberados por Moscú ha aterrizado hoy en la base de Brize Norton, en el condado británico de Oxfordshire, en el centro de Inglaterra. Una de estas cuatro personas, Igor Sutyagin, podría solicitar asilo político en Reino Unido, según indicó el presidente de la organización Inteligencia Internacional Ltd, Alex Bomberg.
Elevadas condenas por espionaje
Sutyagin, especialista de armas nucleares y oficial del Ejército ruso, fue sentenciado a 15 años de cárcel en abril de 2004 por haber compartido secretos de Estado con los servicios de inteligencia del Ejército de Estados Unidos.
Skripal, antiguo coronel del Ejército ruso, fue condenado en 2006 a 13 años de prisión por realizar actividades de espionaje para Reino Unido. Supuestamente compartió información sobre decenas de sus antiguos colegas que trabajaban encubiertos en Europa, llegando incluso a revelar los lugares en los que tenían lugar reuniones secretas, así como sus direcciones, y contraseñas.
Vasilenko trabajaba como agente de la KGB hasta que fue arrestado en 1998, mientras que Zaporozhsky, antiguo coronel del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, fue condenado a 18 años de cárcel en 2002 por espiar para Estados Unidos, informó Ria Novosti.