Puigdemont afirmó este jueves que "habrá respuesta", poco después de conocer la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de dictar auto de apertura de juicio oral contra Artur Mas y las exconselleras de Educación Irene Rigau y Gobernación Joana Ortega por los delitos de desobediencia y prevaricación por la consulta del 9N, descartando la malversación, que sí que conllevaría penas de prisión.
Levy ha indicado que el hecho de que Artur Mas sea juzgado por desobediencia y prevaricación no es una imagen positiva, porque esto supone que "en Cataluña se está cruzando siempre la línea de la legalidad y el Estado de Derecho", y los catalanes no tiene que soportar que desde las instituciones se busque la confrontación con el resto del Estado.
"Feliz no me puede hacer que un dirigente político y máximo responsable de una comunidad autónoma, que es la mía, tenga que sentarse a rendir cuentas ante la Justicia", ha dicho, para añadir que "ojalá hubiese normalidad política en Cataluña".
En este sentido, ha criticado las declaraciones de Puigdemont "diciendo que eso tendrá consecuencias". "Me tomo eso como directamente amenazas o advertencias", ha lamentado, para subrayar que la política está para evitar ese choque de trenes.
Así, la responsable de Estudios y Programas del PP ha insistido en que los responsables políticos "no están por encima de la ley" y no son "ciudadanos de primera que tengan más privilegios que el resto de los ciudadanos". Por eso, ha pedido a Puigdemont que no convierta este asunto en un "choque de posiciones" y en un "pulso" para ver quien está más por encima de la ley.
LA SITUACIÓN EN BADALONA
Sobre la posibilidad de que la alcaldía de Badalona cambie de mando si prospera la moción de censura planteada por el PSC, tras la actuación del ayuntamiento de Badalona en contra de lo que había dictaminado un juez, Levy ha recordado que esto no va a suponer que el PP le dé la alcaldía al PSC.
Así, ha recordado que fue "el PP el que ganó las elecciones en Badalona y el PSC le dio la alcaldía a la CUP". A su entender, los ciudadanos se han pronunciado en las urnas y no es lo "más acertado" decidir después otra cosa "por cambalaches".