Ávila despide a Adolfo Suárez

NOTICIAS CUATRO/AGENCIAS 25/03/2014 15:11

Cerca de las 14 horas ha llegado el féretro con los restos mortales de Adolfo Suárez a la catedral de Ávila. El féretro ha sido recibido a las puertas de la Catedral por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el alcalde de la ciudad, Miguel Ángel García Nieto.

Los aplausos de los abulenses han estado presentes a lo largo de todo el recorrido y se han intensificado cuando el féretro han sido sacado del coche fúnebre y cargado a hombros por el piquete de honores de la policía local de Ávila, mientras sonaba el Himno Nacional interpretado por la Banda de Música de Ávila. Tras concluir el Himno los abulenses han vuelto a romper en aplausos y han lanzado gritos de "bravo, bravo".

Aplausos, vítores, mensajes de cariño y recuerdos a modo de fotografías han sido los protagonistas del recorrido del féretro por las calles de la capital, un cortejo que se ha prolongado durante más de 20 minutos, tiempo en que se ha recorrido en torno a los 2,5 kilómetros de las calles Juan Carlos I, Paseo Don Carmelo, Avenida de Portugal, Calle San Segundo, donde pasó por el Arco del Peso de la Harina, para concluir en la Plaza de la Catedral.

Miles de ciudadanos han copado las calles de la capital para rendir homenaje al que ha sido uno de los vecinos más ilustres de esta ciudad de 60.000 habitantes y donde las expresiones de emoción han sido visibles, ya que muchos no han podido contener las lágrimas.

ENTERRADO EN LA CATEDRAL

El primer presidente de la Democracia, nacido hace 81 años en el municipio abulense de Cebreros, ha sido enterrado en el Claustro de la Catedral, junto a los restos mortales de su mujer, Amparo Illana, que fueron exhumados ayer de la capilla de Mosén Rubi, donde recibieron cristiana sepultura en 2001, tras morir a consecuencia de un cáncer de mama.

Fue el propio Adolfo Suárez quien tras fallecer su mujer manifestase por doble carta, dirigidas al Cabildo de la Catedral y al entonces obispo abulense, su deseo de ser enterrado en la Seo abulense, lo que fue aprobado por el Obispo y refrendado por el Cabildo mediante votación.