El magistrado ha acordado su libertad bajo la premisa de que el acusado cuenta con arraigo en España y dice que no consta que haya sustraído a la acción de la Justicia marroquí mediante la huída de su país, según el auto al que ha tenido acceso Europa Press.
No obstante le impone como medidas cautelares la retirada del pasaporte, prohibición de salir de España, comparecencias semanales en el juzgado y que facilite un número de teléfono y domicilio de residencia para estar localizable.
En la vista celebrada este miércoles en la sede de la Audiencia Nacional, el Ministerio Fiscal ha solicitado prisión incondicional para el ciudadano belga mientras que su representación procesal, que ejerce el letrado penalista Juan Ospina, se ha opuesto a esta medida al considerar que es desproporcionada.
El letrado se opone igualmente a su entrega al país africano por entender que la causa estaba prescrita hace más de diez años. Por tanto, al carecer de responsabilidad penal en España, no se cumple el principio de especialidad, que requiere que el hecho sea punible en los dos países.
Igualmente niega categóricamente que su defendido, que fue detenido el pasado 3 de diciembre en Sevilla, sea el autor de los hechos denunciados debiéndose a un error seguramente de identificación por la similitud de su nombre.