El acuerdo incluye las torres de refrigeración, el agua desmineralizada, el agua industrial, el agua potable, las aguas residuales y las aguas de servicio. Además, Veolia se encargará de la optimización del consumo de agua del complejo y el aumento de la tasa de reutilización, lo que permitirá a Yanshan Petrochemical reducir su huella hídrica en una región que se enfrenta actualmente al déficit y la escasez de agua.
El grupo francés mejorará la planta de aguas residuales para que cumpla con las nuevas normas de vertido de Pekín, una de las más restrictivas del mundo. El contrato contempla un completo programa para la optimización del consumo energético de todas las instalaciones de agua, por lo que la petroquímica también reducirá su huella de carbono.
El presidente y consejero delegado de Veolia, Antoine Frérot, ha celebrado que "la unión permitirá a Veolia ayudar a Sinopec a implementar las tecnologías y estándares mediambientales para que su planta de Yanshan sea una referencia en China".
Según Frérot, el contrato confirma que el sector de la refinería puede mantener su producción al mismo tiempo que se reduce su impacto medioambiental. Yanshan Petrochemical procesa más de 10 millones de toneladas de petróleo crudo y produce 800.000 toneladas de etileno al año.
Veolia trabaja con Sinopec desde que en 2006 se firmó el primer acuerdo de entre ambas para la gestión de las aguas residuales y las aguas regeneradas, y está presente en Asia desde los años 90.