Estadística ha explicado que este retroceso se debe, fundamentalmente, al mayor número de horas trabajadas, porque la Semana Santa tuvo lugar este año en el primer trimestre, mientras que en 2015 se celebró en el segundo.
De hecho, eliminando los efectos estacionales y de calendario, el coste por hora creció un 0,2% en tasa interanual, cuatro décimas menos que en el trimestre anterior. Con este avance, el coste por hora trabajada acumula doce trimestres consecutivos de ascensos interanuales en la serie corregida.
Por su parte, la tasa de variación trimestral (segundo trimestre de este año sobre el primero) para la serie de datos desestacionalizada y corregida de calendario muestra un descenso del coste por hora trabajada del 0,2%, frente a la tasa del 0,0% del trimestre anterior.
((HABRA AMPLIACIÓN))