De este modo, entre julio y septiembre, el dato de actividad manufacturera del Reino Unido alcanzó una media de 52,3 puntos, la más alta desde que comenzó a elaborarse el índice PMI, después de que las fuertes subidas de los últimos dos meses hayan más que compensado el retroceso sufrido en julio tras conocerse el resultado del referéndum sobre la UE, celebrado el pasado 23 de junio.
Los empresarios manufactureros británicos informaron de una mejora de la demanda procedente de clientes en Asia, Europa, EEUU y algunos mercados emergentes, mientras el mercado doméstico también apuntaló el crecimiento de la actividad.
De este modo, ante el reciente rebote de la actividad fabril, las empresas del sector volvieron a contratar más personal en septiembre, lo que supone el segundo incremento mensual consecutivo del empleo manufacturero.
"El rebote de los dos últimos meses ha sido alentadoramente fuerte y coloca al sector en vías de proporcionar una mayor contribución positiva al PIB en el tercer trimestre", declaró Rob Dobson, economista senior de IHS Markit.
A este respecto, el experto destacó el impulso del cambio de la libra para el crecimiento de la actividad, permitiendo el aumento de los pedidos procedentes del exterior, mientras el incremento de los costes no sugiere que vaya a elevar la inflación hasta niveles de episodios anteriores como los observados en 2008, así como entre 2010 y 2011.