Chocolate, videntes y otros motivos por los que han dimitido políticos europeos

Mona Sahlin, ex primera viceministra sueca, decidió dimitir después de usar la Riksdag credit card (la tarjeta de crédito que poseen los altos cargos políticos suecos) para comprar dos barras de chocolate Toblerone y un vestido, una factura que supuso 35, 12 euros para las arcas públicas del país.

Todos sabemos lo importante que es la puntualidad, pero para Michael Bates, secretario de Desarrollo Internacional del Reino Unido, se trató de un motivo suficiente para dimitir, tal y como recoge el 'Huffington Post'. Este hombre se sentía "completamente avergonzado" por llegar dos minutos tarde a la Cámara de los Lores del parlamento. Theresa May, la primera ministra del país, rechazó la renuncia al no "considerarla necesaria".

Saera Khan, política del Partido Laborista de Noruega, anunció en 2008 que no se presentaría a la reelecciónen los próximos comicios después de elevar el gasto telefónico pagado por toda la ciudadanía hasta las 48.000 coronas por realizar 793 llamadas a servicios de videncia, tal y como explica 'eldiario.es'.

En este caso fue una multa de tráfico el motivo de la dimisión. Chris Huhne, el ministro de Energía de Reino Unido, tuvo que renunciar a su cargo después de cometer una infracción de tráfico (exceso de velocidad) y manipular los datos para que fuera su mujer la que saliera como autora de los hechos. Todo ello lo realizó para evitar que le retiraran el carnet.