El Reina Sofía abre sus puertas al colectivo NSK, clave en la "eclosión cultural" de Yugoslavia en los 80

EUROPA PRESS 26/06/2017 18:13

Esta muestra, organizada por el Museo Reina Sofía y la Moderna galerija de Liubliana, recoge una selección de alrededor de 350 piezas, entre pinturas, fotografías, videos, posters, catálogos, revistas y vinilos, de la experiencia NSK en todas sus manifestaciones desde 1980 hasta 1992.

En aquel año, en respuesta al proceso de desmembración de Yugoslavia y la fundación de Eslovenia como Estado nación independiente, NSK se transforma en Estado NSK en el Tiempo, una nación virtual sin territorio físico pero dotada de toda su simbología.

Este colectivo fue fundado en 1984, en la entonces república yugoslava de Eslovenia, por los integrantes de tres grupos pre-existentes que procedían de ámbitos disciplinares distintos: Laibach, una banda de música industrial que llegó a alcanzar un cierto éxito internacional gracias a sus inquietantes versiones de algunos de los grandes éxitos de la música pop rock occidental de la época; IRWIN, grupo de artistas visuales que abogaba por el "eclecticismo enfático"; y el colectivo Teatro de las Hermanas de Escipión Nasica (THEN).

En los años siguientes también impulsaron la apertura de NSK a otros campos disciplinares, como el diseño gráfico, la literatura, la filosofía, la producción audiovisual o la arquitectura.

Estos tres grupos estuvieron unidos por el principio estético de la retro-vanguardia, basado en la apropiación, bebiendo de la vanguardia rusa, la Bauhaus y Fluxus como principales fuentes. La retro-vanguardia, abiertamente contrapuesta a la invención de novedades, adoptaba la lógica del ready-made, renunciando a la autoría individual, al gusto y al juicio personal en favor de la noción de grupo.

TRANSICIÓN ENTRE SOCIALISMO Y CAPITALISMO

NSK surgió en un momento de transición entre el desmoronamiento del gobierno socialista yugoslavo y la entrada del capitalismo, en el que la producción cultural eslovena experimentó el abandono del Estado.

En este escenario, el colectivo generó manifestaciones artísticas que no solo criticaron las contradicciones y debilidades de los sistemas socialistas durante los años finales de la Guerra Fría, sino que también anticiparon los peligros de la emergencia del nuevo orden mundial, en el que el capitalismo parecía convertirse en una especie de nuevo totalitarismo tecnológico.

NSK siguió las tradiciones de la vanguardia de la Europa del Este y el realismo socialista y, a lo largo de su trayectoria, se reapropió de la retórica del poder en la que yuxtaponían elementos simbólicos e iconográficos de diferentes tradiciones artísticas o sistemas políticos.