La Fiscalía de Baja Austria había solicitado este jueves cadena perpetua para Josef Fritzl, conocido como el "Carcelero de Amstetten", acusado de haber encerrado y violado sistemáticamente a su hija Elisabeth durante 24 años.
El jurado lo ha encontrado culpable y lo ha condenado a cadena perpetua por el cargo de asesinato por omisión de socorro.
Uno de los siete hijos nacidos como fruto de las relaciones incestuosas que mantenía Fritzl con su hija en el sótano de su casa, murió en 1996 a los dos días de nacer.
El propio acusado, quien quemó el cadáver del bebé en la caldera de la calefacción de su casa, se declaró este miércoles culpable de todos los cargos en su contra, incluido el de asesinato, lo que podría facilitar la tarea del tribunal de sentenciarlo a cadena perpetua.
Fritzl ha asegurado en el último día del juicio que siente de "todo corazón" lo ocurrido. "Ya no puedo hacer nada. Sólo puede aminorar los daños", ha dicho con la cara descubierta en su última intervención antes de que los ocho miembros del jurado se retiraran a deliberar.
La fiscalía austriaca pidió al jurado que "no se deje engañar" por la confesión.