Se dice que abusar de los restaurantes de comida rápida provoca graves problemas en la salud. Sin embargo, hasta ahora nunca uno de ellos había sido el lugar donde la muerte había sorprendido a uno de sus consumidores. Y es que, aunque nada tiene que ver con la comida rápida, un joven murió en el baño de este tipo de establecimiento en la ciudad australiana de Stirling.
El pasado lunes 18 de julio la Policía fue llamada desde el 'Hungry Jack's', franquicia australiana de 'Burger King', del suburbio de Westminster tras descubrir un cuerpo sin vida. Las autoridades tras realizar el primer análisis del cadaver señalaron que había muerto de sobredosis. Sin embargo, lo que más llamó la atención de las fuerzas de seguridad fue que llevaba 3 días en el baño.
Según el testimonio de varios consumidores que también es corroborado por las cámaras de vigilancia, el individuo entró al restaurante el viernes para ya no salir. Durante todo el fin de semana estuvo descomponiéndose sin llamar la atención. Y es que ningún empleado limpió el baño, ni si quiera fue visto estar detrás de una puerta cerrada con cerrojo.
La alarmante falta de higiene ha movilizado al Departamento de Salud del ayuntamiento que ha destinado a varios agentes para investigar la salubridad y seguridad del lugar. Mientras la franquicia, a preguntas del canal ABC, se ha limitado a manifestar su pésame por el fallecimiento del consumidor, "nuestros pensamientos están con todos los afectados", sin entrar a valorar el fallo de limpieza.