El juego llegó a Alcalá del Valle hace casi 30 años, cuando se instaló la primera casa de apuestas. La adicción a apostar trajo los primeros problemas económicos entre familiares, según han contado los propios vecinos. En una localidad de apenas 5.000 habitantes, ya están bastante "cansados"de los problemas que acarrea ese tipo de negocios.
Ahora, otra casa de apuestas quiere instalarse en el pueblo. La noticia ha decepcionado a los vecinos, que hartos de la adicción al juego de la gente del pueblo, están en contra. Por ello, el alcalde, junto a la oposición y gran parte de los habitantes, han conseguido casi 2.000 firmas para paralizar la llegada.