El acusado de atropellar a varias personas en Málaga dice que quería matarse y "hacer daño"

CNN+/Cuatro 24/05/2010 20:34

"Me sentía mal, sufría una barbaridad y tenía ganas de matarme", ha asegurado el acusado, quien ha añadido que no se "acobardó" al atropellar a las personas que había en la calle y que "era consciente de que a mi no me pasaba nada dentro del coche, pero tenía tanta rabia que no paré".

En este sentido, el acusado ha explicado que en el momento de entrar en esa céntrica calle peatonal "no era mi intención" provocar la muerte a las personas que estaban allí, pero lo que sí quería "era hacer daño", y ha reiterado que realmente lo que buscaba era "provocar mi muerte".

No obstante, ha insistido en que cuando salió de Fuengirola (Málaga) "no tenía la intención de matar a la gente" y que en su casa le vino "de todo a la cabeza, hacerlo o no hacerlo", pero ha subrayado que "no fue nada premeditado", sino que las cosas "fueron sobre la marcha". "No tenía control, no podía sujetar nada y me venía todo de golpe", ha dicho.

Cuestionado sobre si sabía que podía matar a las personas cuando las atropellaba en la calle, ha indicado que "los golpes no eran muy fuertes"y que "no iba a 80 kilómetros hora", como se indica en las conclusiones iniciales de la Fiscalía, que pide para este hombre 40 años de prisión por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa.

Ha explicado que cuando era pequeño recibió tratamiento psiquiátrico y que luego fue tratado en varias ocasiones. Además, fue cuestionado por el momento en el que abandonó el tratamiento, antes de que ocurrieran los hechos, y ha explicado que fue en un viaje cuando se le acabó y no se tomó más, pero que se sentía "bien".

Asimismo, ha insistido en que intentó quitarse la idea de matarse hasta en cinco veces y ha matizado que pensó en el suicidio por "problemas con los juzgados, la familia y los seguros", además de con "policías injustos".

"Padece una enfermedad psiquiátrica grave"

En la primera sesión del juicio, que está previsto que continúe en la Sección Primera de la Audiencia mañana y el miércoles, han declarado como peritos seis psiquiatras, quienes han coincidido en que el acusado era "responsable" de lo que hacía en ese momento y "de sus actos". Además, han apuntado que el individuo necesita tratamiento.

Por otra parte, otro de los peritos que lo ha evaluado durante unos tres meses, y que ha declarado por videoconferencia, ha explicado que el acusado "padece una enfermedad psiquiátrica grave" donde los hechos de la vida real los magnifica y en base a esa percepción de la realidad establece una conducta en relación a ella.

"Son lesiones consumadas"

Por su parte, la defensa del acusado, Regina Gómez, ha asegurado a la salida del juicio que desde su calificación jurídica estos hechos "nunca serían de tentativa de asesinato", a lo que ha añadido que en su escrito de calificación "hablaba de lesiones", ya que, a su juicio, "está claro que son lesiones consumadas no tentativas".

Asimismo, ha indicado que "quizás se podría estar hablando de una tentativa de homicidio, pero dado que padece una enfermedad mental no existe el dolo específico que conformaría el agravante de alevosía y que es lo que distingue el homicidio del asesinato".

La letrada de la defensa ha indicado que el acusado "tiene claro que él debe cumplir en un hospital penitenciario y no en un prisión normal", ya que, según ha manifestado, "a estas alturas tiene conciencia de la enfermedad, cosa que no tenía en el momento de realizar los hechos".