Montilla convoca elecciones en Cataluña para el 28-N, el día del Barça-Madrid

CNN+/Cuatro 07/09/2010 12:44

Ha comunicado su decisión a sus consellers este martes en el transcurso de la reunión semanal del Govern, y lo ha anunciado a mediodía durante una declaración institucional en el Palau.

Con esta decisión, Montilla opta por amortizar al máximo la legislatura, y la fecha electoral coincidirá con el fin de semana del partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou, hecho al que el presidente ha restado importancia.

Montilla aleja las elecciones

Las elecciones catalanas del 28 de noviembre se celebrarán un mes después de la huelga general (29 de septiembre) y tres semanas después de la visita del Papa Benedicto XVI a Barcelona para consagrar la Sagrada Família como basílica (7 de noviembre). La cita electoral coincidirá con el clásico Barça-Real Madrid, que se jugará ese fin de semana en el Camp Nou.

Con esta distancia de margen, Montilla tratará de esta forma de minimizar las eventuales consecuencias que puedan tener para el PSC la convocatoria de huelga general por parte de los sindicatos mayoritarios contra la política económica del Gobierno y la reforma laboral que ha impulsado, informaron fuentes socialistas. Además de haber abierto una brecha entre los socialistas y la UGT, la huelga general también podrían desgastar electoralmente al partido, sobre todo en sus caladeros de voto tradicionales, situados en las zonas densamente pobladas y barrios periféricos del Área Metropolitana, el conocido como 'cinturón rojo', semillero de votos del PSOE.

Montilla también recibirá a Benedicto XVI, jefe de Estado, con todos los honores -y no como presidente en funciones-, y la visita ni tan siquiera coincidirá con el inicio de la campaña electoral, prevista quince días antes de las elecciones. Entre las incógnitas de la visita está si el Gobierno catalán hará público el coste que le supone el dispositivo de seguridad y si Montilla aprovechará la ocasión para hacer algún guiño al votante católico. El enfrentamiento Barça-Real Madrid baila entre el sábado 27 y domingo 28 en función de los partidos de la Champions y de cómo quede la retransmisión televisiva entre Canal+ y Gol TV.

Montilla y Mas, elecciones decisivas

El líder de CiU, Artur Mas, y el presidente de la Generalitat y primer secretario del PSC, José Montilla, se juegan el 28 de noviembre su futuro, ya que la continuidad de su carrera política está condicionada a que logren acceder al Gobierno catalán.

Mas ha ganado las dos últimas elecciones generales -2003 y 2006- pero su victoria no ha sido suficiente para gobernar, ante la alianza de la izquierda catalana en dos tripartitos. Ahora, todas las encuestas -incluso las del CIS catalán- le sitúan como ganador. El dirigente nacionalista ya ha asegurado que, si esta vez no gobierna, tirará la toalla y dejará de ser el candidato de CiU, con lo que si esta situación se produce, se abriría el debate en la federación sobre quien sería el sucesor, explicaron fuentes de CiU. Incluso, podría peligrar el 'status quo' del marco de relaciones actual entre CDC y UDC, ya que los democristianos ya han dicho que no tienen que renunciar por sistema a encabezar una candidatura de CiU a las autonómicas.

Montilla no sólo se juega su continuidad en la Generalitat, sino también al frente del partido. Una derrota cuestionaría el papel de los 'capitanes' en el seno del PSC, quienes se hicieron con el control del partido en 1994, en el Congreso de Sitges, y han consolidado su influencia en el seno de la organización política. Son muchos quienes han interpretado la decisión del conseller de Economía, Antoni Castells, de no volver a presentarse en las listas como un movimiento en clave interna, postulándose como eventual sucesor de Montilla al frente del PSC, extremo que Castells ha negado. Asimismo, la irrupción de José Corbacho, que previsiblemente irá como número 3 de las listas y dejará el Ministerio de Trabajo, se ha interpretado como un intento de lograr penetrar en el 'cinturón rojo' del área metropolitana de Barcelona, donde tradicionalmente el PSOE logra buenos resultados en las generales, pero no logra arrastrar ese voto hacia las autonómicas.

El PSC aún no ha hecho públicas sus listas, y aún se desconoce quién será el número 2 por Barcelona, aunque la favorita es la secretaria del Gobierno catalán, Laia Bonet, con un perfil que escenifica el equilibrio entre la dirección del partido, las nuevas generaciones del PSC más proclives a las tesis de los 'capitanes', pero al mismo tiempo con un pie con la histórica corriente catalanista y de corte más 'maragalliana'. Las listas del PSC permitirán visualizar hasta qué punto Montilla opta por mantener cierto equilibro entre los 'capitanes' y el 'ala catalanista' del partido -visualizado por figuras como los consellers Montserrat Tura, Ernest Maragall, Joaquim Nadal y Marina Geli-, o bien opta por situar a los suyos en los principales puestos.

Papel de ERC

ERC aspira a volver a jugar a la carta de la equidistancia, al igual que hizo en 2003 y 2006. Los republicanos quieren volver a ser la llave que decante la mayoría gubernamental, aunque según los sondeos de opinión, ahora lo tendrían más bien complicado, ante la pérdida de votantes independentistas (por su alianza con el PSC) y el trasvase de electores hacia CiU y hacia las nuevas plataformas soberanistas.

Joan Puigcercós también se juega su liderazgo en el partido que alcanzó en 2008, tras las primarias y el congreso extraordinario que celebraron los republicanos tras las elecciones generales, cuando pasaron de ocho a tres diputados en el Congreso. Una de las incógnitas es si ante un mal resultado de ERC, el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, aspiraría a recuperar el liderazgo del partido, aunque la tesis oficial de la formación es que Puigcercós está totalmente consolidado.

El PP quiere ser decisivo

El PP aspira estas elecciones a crecer y a ser decisivos, como lo fueron en 1999. Cuatro años antes, en 1995, Aleix Vidal-Quadras logró el máximo histórico de los populares en Catalunya: 17 escaños, con un discurso de corte identitario y a favor del bilingüismo. En los últimos meses, la candidata popular Alicia Sánchez Camacho ha acentuado su discurso en ámbitos como la inmigración y el bilingüismo, que son precisamente aquellas materias en las que los populares podrían perder electores a costa de C's, UPyD y Plataforma per Catalunya (PxC).

Los sondeos auguran que ICV-EUiA tiene un electorado estabilizado, pese al desgaste que le ha supuesto asumir la consejería de Interior, por parte de Joan Saura que cede el testigo. Los rojiverdes culminan el relevo generacional y el giro hacia el ecologismo, la nueva izquierda y el pacifismo con una candidatura liderada por Joan Herrera e integrada por jóvenes valores del partido, aunque se mantienen referentes 'históricos' de la época del PSUC como Jaume Bosch.

Otra de las grandes incógnitas es si C's logrará mantener la representación parlamentaria (tres diputados), o bien sufrirá un desgaste porque en las elecciones también concurrirá UPyD con un discurso similar. Estas elecciones también sobresalen por la emergencia que están teniendo los colectivos extraparlamentarios, con el ex presidente del Bara, Joan Laporta, y el ex dirigente de ERC, Joan Carretero.

El independentismo concurre dividido, ya que además de ERC, también se presentan Reagrupament y Solidaritat Catalana per la Independencia, mientras que Plataforma per Catalunya ha intensificado su presencia en la conurbación de Barcelona con la finalidad de entrar en el Parlament.

El presidente salido del 28-N será investido antes de fin de año

El nuevo presidente de la Generalitat salido de las elecciones catalanas del domingo 28 de noviembre será investido antes de finalizar el año 2010, siempre y cuando disponga del apoyo mayoritario del Parlament.

El actual presidente catalán, José Montilla, ha anunciado este martes que las elecciones al Parlament se celebrarán el 28 de noviembre, por lo que deberá firmar el decreto de convocatoria de los comicios como muy tarde el 4 de octubre, al menos 54 días antes de la cita electoral. Previamente aún habrá dado tiempo de celebrar un último pleno parlamentario el 22 y el pressidente del Parlament tiene que convocar dentro de los siguientes 10 días el debate de investidura, aunque no se suelen agotar los plazos.

Antes, el presidente del Parlament inicia una ronda de consultas con los líderes políticos catalanes para calibrar los apoyos de que dispone cada uno de los candidatos para ser proclamado presidente de la Generalitat y, finalmente, propone un nombre.

El debate de investidura se prolonga dos días: en la primera jornada, el candidato a la presidencia de la Generalitat propuesto por el presidente del Parlament expone su programa de gobierno sin límite de tiempo, mientras que al día siguiente se posicionan los grupos parlamentarios y, al final, se celebra la votación. En esta primera votación, el candidato a presidente debe obtener la mayoría absoluta de los votos, es decir, al menos 68 de los 135 diputados del Parlament.

Si no es capaz de reunir los apoyos suficientes, en el plazo de 48 horas debe celebrarse una segunda votación en la que bastaría la mayoría simple -más votos a favor que en contra, sin necesidad de llegar obligatoriamente a los 68 'síes'- para poder ser investido presidente. Agotando todos los plazos posibles, la investidura se produciría como muy tarde justo antes del 31 de diciembre de 2010, aunque no es costumbre apurar tanto los plazos.

Hace cuatro años, las elecciones se celebraron el 1 de noviembre y 23 días más tarde Montilla ya fue proclamado presidente de la Generalitat. En el peor de los casos, si nadie consiguiese los apoyos para ser investido, transcurridos dos meses desde la primera votación se disolvería automáticamente el Parlament y se convocarían nuevas elecciones.