Pablo, uno de los marineros que estuvo secuestrado en el 'Alakrana', ha hablado sobre todo lo que ocurrió, desde cómo fue el primer momento en el que los piratas somalíes tomaron el barco a lo que sintieron en muchos momentos de debilidad. También el exjuez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón ha hecho un análisis de cómo vivió aquel complicado momento y las decisiones que tomó.
Pablo recuerda cómo se entera de que el barco en el que trabaja ha sido secuestrado: "Empecé a escuchar tiros al aire y cuando salí a cubierta vi a tres a cuatro marineros con las manos en la nuca y me dijeron que me pusiera bocabajo, tenían pistolas. Pensé en todo, en las niñas, en la mujer y en todo". Y es que, al relatar lo que tenía que hacer en el barco durante los días que estuvieron retenidos, también relata lo mal que lo pasó: “Me utilizaban para ir a la playa a recoger a más gente. Pasé mucho miedo, en la playa todo oscuro, chungo”.
Una parte muy importante de esta historia, el exjuez Baltasar Garzón recuerda el día exacto en el que le comunicaron el secuestro del 'Alakrana': “Estaba en una boda, salí para ir a la Audiencia Nacional, era complejo, pero había que darle una solución, no se sabía muy bien lo que estaba ocurriendo. Había todos los elementos para pensar que eran piratas y después de estudiar la jurisdicción lo que había que ordenar era el abordaje del barco. A partir de ese momento lo que ocurriera con el Alakrana era mi responsabilidad porque había tomado la decisión difícil, pero necesaria para llevarla a cabo”.
“Cuando tomas una decisión del calibre que yo adopté tienes el alma en un puño porque jurídicamente has obrado de forma correcta, pero humanamente hay en juego la vida de personas. Sabes que hay un tanto por ciento de que la cosa salga mal, me dan igual las críticas porque todo estaba hilvanado de alguna manera pero puede fracasar”, asegura.