El afán de que los niños hagan cosas divertidas, al menos para los adultos, a veces puede ir demasiado lejos. Los padres de este bebé de 17 meses se lo pasan en grande mientras el pequeño anda en una cinta de correr. El padre le insta a ir más rápido y va subiendo la velocidad del pequeño, que aguanta el ritmo sin caerse. Según va aumentado la velocidad de la cinta también aumentan las carcajadas de sus padres pero, ¿será tan divertido para el pequeño?