Seis comidas que engañan

Algunas comidas creemos que proceden de un lugar cuando en realidad no es así. The Huffington Post enumera seis ejemplos de alimentos que nos han estado engañando:

Lo que se cree: Que proceden de México

La realidad: No está claro si su origen está en los pastores españoles o los marineros portugueses, pero lo que sí es cierto es que su origen no es mexicano. Algunas teorías afirman que fueron un invento de los pastores al darse cuenta de que eran fáciles de hacer en una sartén sobre el fuego y los llamaron "churros" por las ovejas churras de la Península Ibérica. Otra teoría afirma que los marineros portugueses descubrieron unos dulces similares en China y los introdujeron en su país. Se empezaron a preparar también en España, pero dándole forma curva, para hacerlos como un producto propio. Ya fueran los españoles o los portugueses sus inventores, fueron los conquistadores quienes los llevaron hasta América Latina.

Lo que se cree: Que procede de EEUU

La realidad: Al parecer fueron los británicos los primeros en cocinarlo como una tarta dulce.

Lo que se cree: Que proceden de Francia

La realidad: Fue elaborado por primera vez en Viena en el siglo XVII para conmemorar la victoria frente a los turcos que estuvieron a punto de entrar en la ciudad. Un siglo más tarde, María Antonieta, nacida en Viena, introdujo estos dulces en Francia.

Lo que se cree: Que proceden de China

La realidad: Yasuko Nakamachi, un estudiante japonés que investigaba el origen de estas galletas con mensaje,afirmó en The New York Times hace unos años que son en realidad una creación japonesa. Según Nakamachi, una fábrica cerca de Kyoto llevaba tres generaciones produciendo galletas muy similares a las que se suelen comer en los restaurantes chinos de Estados Unidos. Su propietario le contó que introducir papelitos con mensaje en productos de confitería y dulces es algo habitual en Japón desde hace décadas.

Lo que se cree: Que proceden de Italia

La realidad: Según el museo Smithsonian, este plato es una invención italoamericana. Los italianos aportaron las albóndigas, para ellos llaman polpettes, que normalmente tienen el tamaño de pelotas de golf y que suelen comerse como un plato de carne en salsa o en sopa. Cuando los inmigrantes italianos llegaron a Estados Unidos a finales del siglo XIX, empezaron a hacerlas más grandes, como pelotas de béisbol, y a combinarlas con pasta y salsa marinera, ya que el precio de la carne las hacía más accesible.

Lo que se cree: Que procede de EEUU

La realidad: La primera versión del kétchup ni siquiera incluía tomate. Era una salsa fuerte hecha con anchoas fermentadas que los pescadores chinos llevaron a otros países del sudeste asiático, como Malasia o Indonesia Añadir tomates al kétchup sí es una invención norteamericana. Al parecer, la primera receta de esta salsa conocida fue escrita por el científico y horticultor James Mease en Philadelphia en 1812.