En la rueda de prensa de presentación de resultados del banco en 2016, ha recordado que CaixaBank calcula que la economía española se desacelerará ligeramente en 2017 por la menor contribución de algunos sectores y "la propia madurez del ciclo económico", aunque estima un avance por encima del 2,5% (2,6%).
Pese a la mejora económica general, ha apuntado que el entorno es aún "complejo" para el negocio financiero por un contexto de bajos tipos de interés --con un Euribor que ha augurado que continuará un tiempo en tipos cero o negativos--, la presión competitiva, y el débil crecimiento esperado en los ingresos bancarios, además de la presión regulatoria.
Por ello, ha visto "imprescindible" un esfuerzo de reducción de gasto en el sector para lograr la rentabilidad exigida por los accionistas, y ha explicado que CaixaBank ha reducido un 1,7% los gastos recurrentes en 2016.
Ha reconocido que el contexto dificultará los objetivos del plan estratégico 2015-2018, especialmente el de mejorar la rentabilidad --con una estimación entre el 9% y el 11% para 2018--, y para combatirlo, CaixaBank incidirá en la diversificación de ingresos --apostando por el crédito al consumo, empresas y asesoramiento, entre otros--, contención de costes, reducción de la cartera de adjudicados, digitalización y creación de valor en el banco portugués BPI, sobre el que ha lanzado una OPA que concluye la semana que viene.