Análisis Sakura Wars, una historia de amor y mechas

  • Analizamos la nueva entrega de la saga Sakura Wars, ya disponible en PS4

  • Una gran franquicia de Sega que renace y llega a Occidente, con textos en español

Sakura Teisen es una saga muy conocida en Japón desde que nació en 1996 para Sega Saturn. A lo largo de los años ha ido sumando múltiples entregas que se engloban tanto en el campo de los videojuegos como en el del anime, por lo que se trata de una franquicia con una sólida historia a sus espaldas. Sin embargo, a pesar de este éxito inicial que tuvo en el territorio nipón, acabó por entrar en una espiral descendente hasta que Sega la abandonó por más de una década. Ahora, en pleno 2020, Sakura Wars ha regresado e incluso ha cruzado fronteras para llegar a Occidente. Con diversas luces y alguna que otra sombra, esta secuela y a la vez reboot de la franquicia ya se encuentra disponible en exclusiva en PS4 y por ello os dejamos su análisis completo a continuación.

Un argumento previsible pero disfrutable, al más puro estilo anime

La historia del título se sitúa en una versión alternativa de Tokio, en 1940, 12 años después tras los eventos de Sakura Wars: So Long, My Love, la quinta y última entrega de la franquicia hasta la fecha, que también aterrizó en Occidente. En esta ocasión encarnamos a Seijuro Kamiyama, quién llega a Tokio para convertirse en el nuevo capitán de la División Flor, una compañía de combate imperial que equilibra su tarea de proteger la ciudad de la invasión y ataques de demonios (montadas en mechas) con realizar actuaciones de teatro.

Esta curiosa mezcla se extiende más allá del argumento para dividir el juego, globalmente, el dos grandes partes. Por un lado tenemos la más centrada en el género de la “visual novel”, que aporta secciones de simulador de citas con las protagonistas a las que conocemos y ocupa el 75% del juego. El otro porcentaje, más pequeño, se centra en una jugabilidad más frenética con la que deberemos montarnos en mechas y dirigirnos al campo de batalla para enfrentarnos a peligrosos demonios con un estilo cercano al hack & slash.

Volviendo a la trama, podemos señalar que la nueva División Flor supone el legado de las antiguas versiones de la misma, que conocimos en juegos o episodios anteriores del anime. En esta ocasión deben reconstruirse desde los cimientos debido a tener la presión de tener que disolver la compañía por falta de fondos. El papel de Kamiyama será clave con tal de devolver a la División Flor a su antigua gloria y poder sacar lo mejor de cada una de las integrantes que la conforman.

Para conseguirlo deberemos superar una serie de conversaciones a lo largo de la aventura que dejarán la elección de la respuesta en nuestras manos. Gracias a esto podremos descubrir una serie de escenas cargadas de humor o bien ser educados y mantener la dignidad de nuestro protagonista en un nivel aceptable (y en la medida de lo posible). Aun así, la historia completa en su conjunto llega cargada de ese tono jovial y a la vez épico que siempre ha estado ligado a la saga Sakura Wars.

A pesar de que el argumento es previsible, a medida que va tomando forma la historia se torna más interesante y todo fan de la animación japonesa (independientemente de si conocía de antemano la saga o no) podrá disfrutar de unas escenas de anime de calidad y de adentrarse en el mundo en 3D que ha sido creado para este reboot de la franquicia. Gracias a ello, podremos explorar unos escenarios diseñados al detalle y una Tokio alternativa con elementos steampunk interesante cuanto menos.

En cuanto a las protagonistas, la División Flor está compuesta por una serie de personajes que también encajan en perfiles de personalidad y de apariencia que hemos conocido con anterioridad en decenas de animes (la inteligente, tímida y amante de la lectura, la alegre y vivaracha o la misteriosa y sombría, por citar algunos ejemplos). A medida que desarrollemos nuestra relación con ellas (ya sea por la rama de la amistad o por la del interés romántico) podremos ayudarlas a que se sientan más seguras de sí mismas y por ello logren cumplir sus sueños, los cuales están ligados al argumento. Además, en función de nuestras decisiones y la ruta que tomemos veremos un u otro final.

Batallas de mechas demasiado sencillas y algo repetitivas

Sin embargo, el desarrollar estas relaciones con las protagonistas no determinará su valor en batalla, algo que sí ocurría en anteriores entregas donde la dificultad global de los enfrentamientos era más exigente. Esto puede ser debido al nuevo sistema de combate que sustituye la estrategia por turnos por una especie de hack & slash bastante sencillo.

Le otorgamos este calificativo debido a que las mecánicas para limpiar cada zona de enemigos se basan en los típicos combos sencillos compuestos por ataques básicos, potentes y súper ataques en cuanto la barra correspondiente esté lo suficientemente cargada. Un ejemplo de ello es la “Hoja divina: ventisca de pétalos” de Sakura, la cual despliega una potente corriente de pétalos que atraviesa el armazón de los enemigos para herirlos de gravedad.

Como hemos mencionado más arriba, hay pocas secciones de combate a lo largo de toda la aventura pero creemos que podrían haber sido más complejas y con una variedad mayor de enemigos. Incluso en el caso de los jefes finales, la mayoría son olvidables e incluso alguno repite su aparición en más de una ocasión a lo largo de los 7 episodios que componen la historia principal. Sus mecánicas de ataque no son demasiado elaboradas salvo en casos contados y gracias a la opción de esquivar y que el tiempo quede ralentizado durante unos instantes si lo hacemos de forma correcta, no nos veremos en apuros en ningún momento.

Por otro lado, los escenarios por los que nos movemos en las secciones de batalla son muy sencillos y no tienen complicación alguna. A pesar del esfuerzo de añadir algo de “plataformeo” ligero (como correr por las paredes o saltar por plataformas para alcanzar una sección superior), creemos que haber mantenido la estrategia por turnos o bien haber hecho más complejo y profundo el sistema de batalla actual habría sido un acierto en esta nueva entrega de la saga.

Minijuegos, coleccionables e infinidad de detalles por descubrir

Más allá de todo lo mencionado, el valor de Sakura Wars se extiende en todos los pequeños detalles que presenta. Estos se traducen en coleccionar cromos que contienen imágenes de personajes conocidos de la saga (y por ello funcionan a modo de easter eggs), en jugar al minijuego de cartas llamado Koi Koi con un amplio abanico de personajes o bien de cumplir una serie de misiones secundarias o pequeños encargos que nos pedirán los personajes a los que encontremos a lo largo de la aventura.

A pesar de ser sencillos, ayudan a extender el tiempo de juego total hasta las 25-30 horas y a fortalecer los vínculos que tenemos con las protagonistas, además de conseguir nuevos cromos coleccionables u otros ítems que nos pueden servir para progresar en la aventura.

Apartados gráfico, técnico y sonoro cuidados al detalle pero con aspectos por mejorar

Gráficamente el título destaca por presentar unos acabados en alta calidad que podemos descubrir tanto en texturas como en el diseño de los personajes. Las secuencias de animación están a la altura de animes de gran calibre y no es para menos si tenemos en cuenta que han estado involucrados en el desarrollo mangakas como Tite Kubo (Bleach) entre otros. En cuanto a los escenarios, nos ha sorprendido especialmente el detalle que se ha aplicado al crear superficies como el vidrio, el cual presenta un reflejo en el que los personajes o elementos aparecen detallados con gran calidad.

Técnicamente el título aguanta bastante bien y a pesar de no tener una gran fluidez y una gran agilidad en las pantallas de carga se puede jugar sin problemas graves ni bugs que impidan la progresión. Por último, en lo referente al apartado sonoro debemos mencionar una gran banda sonora que encaja muy bien con la esencia de la obra y un doblaje al japonés de gran calidad. La única pega en este sentido es que hay muchas conversaciones en las que los personajes no presentan voz y, a pesar de comprender que hayan recortado en ese sentido para ahorrar costes, no deja de ser extraño estar hablando con alguien que mueve los labios y hace gestos exagerados pero no emite ningún sonido.

En definitiva…

La saga Sakura Wars renace con una nueva entrega que tiene el papel de reboot y de secuela. Agradecemos que llegue a Occidente con una traducción al español muy cuidada y que, aunque sea un producto de nicho, pueda disfrutarla todo aquel o aquella amante de las visual novel y las historias de anime bien construidas.

A pesar de tener un argumento previsible, las protagonistas de la División Flor acabarán por conquistarnos y su jugabilidad, aunque sencilla, será suficiente como para entretenernos y atraparnos. Así, Sakura Wars nos da la bienvenida a una de las joyas ocultas de Sega, muy alabada en Japón y que ha logrado encontrar su propio espacio más allá de las fronteras del país del Sol Naciente.

*Este análisis se ha realizado en PS4 gracias a un código de review proporcionado por Koch Media.