Viajamos hasta Arangas de Cabrales para descubrir cómo se hace este queso tan especial. Conocemos allí a Elena Soberón, una productora de quesos que tiene una quesería desde hace seis años y que nos enseña, junto con su hermana Ana, los secretos de la elaboración de este producto.
Las hermanas (que han sido premiadas como las productoras de queso cabrales más jóvenes de Asturias) cuentan con sus propias vacas de las cuales se obtiene la leche con la que se hará el queso (algo que no es lo habitual), y nos cuentan cómo es su día a día.
Visitamos la quesería, donde descubrimos el obrador y la zona de cuajado y vemos, paso por paso, cómo es la elaboración de este queso, que en el año 2019 fue el queso más caro del mundo al pagarse 20.000 euros por dos kilos: “Es un trabajo duro”, confiesan.
Algo que hace especial a este queso es que, tras su elaboración, se guardan en una cueva natural, a diez grados, para que madure lentamente: “Estas condiciones de humedad no las hay en ninguna otra parte”, nos cuentan. El hongo que adquiere durante este proceso se llama penicillium y aporta ese sabor tan característico de este tipo de queso.