Cita en el vertedero del reino
Comienza el juego de tronos por el cual la volcánica Yiya ocupará el reinado de Marta; la dulce sevillana, el de Rym y la exótica Rym, el de Yiya. Este cambio de roles estará promovido desde las más altas esferas reales y provocará que las chicas descubran los encantos de los pretendientes de sus princesas rivales. Además, ellas también tendrán que aceptar como propios tanto a los asesores de la princesa con la que se intercambian el reino como su estilismo, algo que no siempre será bien recibido. Los conquistadores, por su parte, reaccionarán de manera muy diversa al curioso cambio de princesas: algunos se mantendrán fieles a la dueña de su corazón, otros esperarán a verlas venir y no pocos se alegrarán del cambio, lo que dará lugar a alguna traición malintencionada.
Para hacer más llevadero el intercambio de reinos, las princesas podrán tener una cita a solas con su pretendiente favorito, un regalo que vendrá cargado de una pequeña dosis de veneno porque serán sus rivales quienes podrán elegir el lugar “de ensueño” donde tendrá lugar el encuentro: un vertedero de olor nauseabundo, una cocina repleta de vísceras de pescado y un huerto en el que recoger aguacates y mangos serán los enclaves idílicos en los que las princesas podrán dar rienda suelta a su amor, si sus escrúpulos se lo permiten. Marta decidirá darle una oportunidad a la timidez; Rym, desatar su pasión con picardía y Yiya bajará la guardia ante un conquistador del que Nuria, su asesora, tiene grandes dudas. La brecha entre la extremeña y su asesora se hace cada vez más grande, lo que provoca sorprendentes decisiones que alterarán la vida de los reinos.