El Real Madrid se ha quejado amargamente del árbitro tras el partido por el penalti no pitado de Mascherano sobre Cristiano Ronaldo. Era el minuto 71 y la ocasión habría podido suponer el empate de los blancos. Después del segundo gol del Barça Critiano explotó y acabó recriminando al árbitro que de haber señalado la pena máxima el marcador iría empate a uno. Las protestas del internacional portugués le valieron la tarjeta amarilla.