Cualquier momento del día es bueno para iniciar una pelea. Ni siquiera el momento de irse a dormir se convierte en un momento de paz. Julito y Aroa se niegan a irse a dormir y se pelean por quién duerme con Soraya, que no tiene un sitio fijo para dormir. La situación desborda a Laura, que empieza a gritar a sus hijos para que la obedezcan.