Estamos en un momento en el que la corresponsabilidad de la educación de los niños es una realidad. Éste es el caso de Tina, una abuela que, debido a los horarios de los padres, tiene que ayudar a educar a su nieta.
Itziar tiene dos años y medio, y desde que nació, pasa la mayor parte del tiempo con su abuela. Sin embargo, ni Tina ni Miriam, la madre, consiguen hacerse con la niña. Y es que, además de negarse a comer, necesita que las dos estén pendientes de ella continuamente.
Aunque hacen todo lo posible por coordinarse para educar a la niña, ambas se han quedado sin fuerzas. Ni Miriam y Tina saben cómo afrontar los constantes llantos de la pequeña y a menudo acaban cediendo a sus caprichos. Las rabietas siempre logran su objetivo.
El trabajo de Supernanny en este caso consistirá en trabajar la autonomía de Itziar y enseñar a su madre y abuela a darle el espacio suficiente para que no requiera su presencia constantemente y desarrolle su capacidad para hacer tareas propias de su edad.