El marido de Marta se encuentra el teléfono móvil escondido en la cisterna del baño. El propietario del móvil se ha encargado de borrar todos los contactos y el registro de mensajes y llamadas. Mientras los refugiados se preguntan quién es el traidor, llega un mensaje: “Lola ha hecho un pacto, va a decir dónde está el refugio, tienes que irte YA”.