Las protagonistas de 'Quiero ser monja' cuidarán a los niños de una casa-cuna

cuatro.com 22/04/2016 12:48

La vida de las protagonistas de 'Quiero ser monja' sigue su curso. Hasta ahora han dado los primeros pasos para conocer más profundamente el día a día de las religiosas y han empezado a obtener respuestas a algunas de sus dudas.

También han comenzado a conocerse más entre sí y a compartir sus incertidumbres y sus certezas. En la tercera entrega, que Cuatro emitirá el domingo 24 de abril (22:30h) ponen rumbo a un nuevo destino y un nuevo objetivo: la Casa Cuna de Santa María de Leuca en El Escorial. Allí, mostrarán sus emociones ante los verdaderos protagonistas de su nueva experiencia: los niños.

¿Quién dijo que la vida de una monja consistía en tan solo rezar?

Paloma, Juleysi, Fernanda, Janet y Jaqui dan un nuevo paso y se instalan en la Casa Cuna de Santa María de Leuca en El Escorial, una institución nacida hace más de un siglo en Italia y que se ha extendido por numerosos países de Europa, América y Asia. En Madrid tiene a más de 100 niños bajo su supervisión.

Allí las chicas se convertirán en una más de la comunidad y asumirán las mismas normas, horarios y tareas que el resto de las religiosas. La importancia del silencio en las habitaciones y pasillos y los estrictos horarios serán algunas de las exigencias más difíciles de asumir, aunque terminarán por aceptarlas de buen grado cuando descubran a los niños. Los pequeños despertarán en ellas profundos sentimientos de ternura.

Colaborarán con la cocina y hacer guardia de noche

En la Casa Cuna las chicas tendrán la oportunidad de colaborar en la cocina y también de hacer la guardia de noche, una de las más complicadas por su falta de experiencia. La simple tarea de leer un cuento a los pequeños antes de dormir se convertirá en una complicada labor no exenta de tensión, pero cargada también de espontaneidad, diversión y delicadeza.

Uno de los momentos más importantes del día en la Casa Cuna de Santa María de Leuca es la hora del recreo, no sólo de los niños sino también de las religiosas. Las protagonistas del programa descubrirán sorprendidas los juegos, bailes y divertidos momentos musicales que protagonizan las monjas en sus ratos de ocio, algo que rompe por completo la idea de que las religiosas llevan una vida dedicada a la reflexión.