Tres parejas, una calabaza y una pandilla motera en ¿Quién quiere casarse...?

cuatro.com 18/12/2013 01:02

Llegaba la hora de tomar la decisión final y Luján Argüelles se sentaba con los niños para comprobar qué esperaban de sus madres. La mayoría de los pequeños estaban decepcionados con los pretendientes y preferían que sus madres regresaran a casa con ellos. Gabi estaba convencido de que Toñi iba a colocarle el anillo; también Blanca, que creía que su madre no elegiría a Serafín porque tiene “un lado oculto”; Javi tenía mucho miedo, le aterraba la idea de que su madre eligiese a Jesús, es más, estaba dispuesto a irse con la madre de Jesús a su pueblo si su madre le elegía.

Pero Javi tenía otro objetivo, él también quería encontrar el amor y su objetivo estaba definido: Luján Argüelles. Cuando Javi le decía que se marcharía con la madre de Jesús, la presentadora replicaba: “ella con el jovencito y tú con la madurita”; “ya sabes que me gusta ¿eh?”, replicaba Javi y a Luján se le cambiaba la cara: “vamos a dejar de hablar de maduritas porque yo no he visto ninguna en la sala”.

Toñi era la primera en elegir pero, antes de conocer su decisión, teníamos que ver la última cita. Jugaron al golf, pero ni Manuel ni Tony acertaron y Toñi hizo algo: “ya verás como la vais a meter” y ella misma se colocó junto al hoyo. Manuel fue quien acertó y, con ello, ganó unos minutos a solas con Toñi. Sin embargo, la cita fue amarga, ella decidió decirle adiós en ese mismo momento.

Pau: "Mar es un poco pertada, va de sabelotodo"

Algunas madres intentaban saldar sus dudas charlando, como Mar y Paulina. La dramaturga estaba convencida de que Ángel era el candidato ideal para Pau, y ella le decía que también era el favorito de Blanca, su hija: "las dos te queremos", le respondía Mar y estas palabras no le sentaron nada bien a Paulina: “no sé por qué se iguala con mi tesorito”.

Toñi da la sorpresa: ¡Elimina a Tony y se queda con Gabi!

Toñi llegaba con una confesión para Luján. De Tony le gusta todo desde el mismo momento en que le vio, su forma de hablar, de seducir... en resumen, "me pone", decía la madre. Sin embargo, a nuestro príncipe no le gustaba nada, en absoluto. Por ello, cuando llegó al encuentro de su madre le comunicó que había descubierto su poder: podía eliminar a quien quisiera. Sin embargo, y para sorpresa de todos, Gabi no quiso hacer uso de este privilegio,quería que su madre fuera quien tomara la decisión. Y lo hizo, pero no como esperábamos. Toñi decidió colocar el anillo en el dedo de su hijo. Es más, cuando Tony le pidió un beso de despedida, se negaba a moverse para dárselo y, finalmente, el italiano se acercó para darle el último beso.

Pep: “Charo tiene un cuerpo muy bonito, con curvita”

Charo tenía aún más dudas, por ello, su última cita se la dio a Pep. Quería vivir momentos más íntimos con el pretendiente y lo hizo, primero tomando fresas y charlando. La conversación no le gustó, pero sí el masaje y más aún cuando vio el cuerpo de su pretendiente, totalmente bronceado, y con tatuajes: “yo no me tatúo la piel, me tatúo el alma”, matizaba él.

A Charo

A Charo le gustaban sus pretendientes, pero para pasear, charlar… y nada más. Y es correspondido. Pep declaraba estar enamorado, pero no de ella, sino de la idea en general del amor. Kike no daba crédito a lo que estaba escuchando: “nada, otros dos amigos para el Facebook ¿tenemos que venir aquí para buscar amigos?”

Charo negaba, lo que no esperaba era la sorpresa que le tenía preparada su hijo… Paco, el pretendiente que ella expulsó por sus manías, regresaba por petición expresa de Kike. Es más, llegaba con una confesión: ha tirado todas las pinzas que él colocaba por colores, ahora todas son blancas. Tanto le gustó a Charo que decidió darle una oportunidad, para sorpresa de todos. Eso sí, el anillo se era para Kike porque ahora necesita "mucho cariño de su madre".

¿Qué le dice una cereza a un espejo?

Era un mar de dudas y, por ello, la última cita de Paulina fue a dos bandas: con Serafín y Ángel. El encuentro fue un tanto raro: comenzó con un refrán muy poco conocido y luego con un chiste que a los dos les costó pillar. ¿Qué le dice una cereza al espejo? “¿Zeré – eza?” “Te lo pasas súper bien conmigo y no necesito alco-hol”, explicaba Paulina tras la cita.

Llegó aún hecha un lío a su encuentro con Luján Argüelles. Ángel había sido su preferido porque es el que más le atrajo pero Serafín parece haber ganado posiciones: “me atrae más el chulo pero no me gusta tampoco para decidirme”, explicaba. Y, entonces, llegó Blanca a ayudarla, un tanto enfadada, porque no quería ver a Serafín en la final: “Serafín le da lo que tú llamas chusqui, chusqui”, decía la presentadora y ella asentía.

“Serafín, este es tu fin”

Y Serafín llegó, pero no lo hizo solo, Ángel también aparecía. A Paulina le costó mucho decidir pero, finalmente, hizo caso de su hija, quien más le conoce: “me decido por Ángel”. “Serafín, este es tu fin”, resumía ella.

Libri, a Luján: "Quiero darte un besu"

Llegó radiante y feliz, Teresa no creía que se fuera a enamorar y lo ha hecho. Sin embargo, Nico tenía sus dudas, eso sí, citando a las Spice Girls aseguraba que, mientras su madre fuera feliz, no tenía nada que decir. Entonces, Luján llamó a su ‘monaguillo’ Libri, que no dudó en piropear a Teresa: “¡Pero qué buena estás!” ni en acercarse a la presentadora para darle el anillo.

Con todos dispuesto, Ángel aparecía y ella no dudaba en besarle una y otra vez. Finalmente, anunciaba su decisión: “Hijo, sabes que te quiero mucho, eres lo más importante de mi vida y siempre estarás en ella. Y a ti Ángel, he conocido a una persona maravillosa y me alegro mucho de conocerte”, decía y se apresuraba a ponerle el anillo. Nico era el primero en aplaudir.

Mar da calabazas a Jesús

Jesús no se tomó nada bien que Mar pusiera punto y final a su historia de amor. El pretendiente no pudo evitar las lágrimas a pesar de las palabras de su consuelo de ella, aunque logró fijarse un objetivo: “A partir de ahora, mi vida va a ser buscar a una mujer que se parezca un poco a ti”.

“Jordi es la canción”

Así se titularía la obra que Mar dedicaría a Jordi. La dramaturga tenía clara su elección y así se lo hacía saber a su hijo que, sin embargo, tenía sus reservas: “creo que la mejor opción sigo siendo yo”. Sin embargo, la aparición de Jordi y el texto que leyó a Mar convenció no solo al hijo, también a todos los asistentes: “Jordi no sé si te amaré, te odiaré o te convertiré en litera pero te aseguro que si lo hiciera, serías mi mejor premio literario”.

Y, con un largo beso, sellaron esta bonita historia de amor: “menos mal que no había colchón”, apuntaba Javi.