Las tribus emprenden un viaje a lo desconocido: el reencuentro

cuatro 19/04/2011 11:39

Cuatro miembros mentawai (Salomo, Lili, Amandigei y Baidigei) y cinco himba(Kambana, Watumbikua, Kauvi y los gemelos Vanavainá y Pondakae) emprenden un viaje a lo desconocido cuyas sorpresas comenzarán desde el momento de partir de la tribu.

Ya en España, el reencuentro entre las tribus y las familias llenará de emoción a anfitriones e invitados. En Barcelona la familia Carrión-Roldán espera ansiosa la llegada de los himba en el aeropuerto: al igual que ocurriera años atrás, unos y otros terminan bailando y dando palmas después de los abrazos y las risas. En Batres (Madrid), los mentawai viajarán solos en coche hasta llegar a la casa de Sonia. En el camino apenas pueden creer lo que están viendo: la tribu se sorprende de los coches, las motos, los rascacielos, de la enorme cantidad de casas... También en este caso el reencuentro da paso a la emoción. Tras los abrazos, una de las mujeres de la tribu rompe a llorar.

Al llegar a casa, todo es nuevo para los himba. Para comenzar: la comida no les resulta de su agrado. Saben que tendrán que probar nuevos bocados pero lo primero que comen no termina de convencerles. Al llegar la noche los gemelos descubren que tendrán que dormir en literas, una idea que no les resulta de ningún modo atractiva ya que creen que la cama de arriba se puede caer sobre el que duerme abajo. Además, han hecho un viaje muy largo para ver a Marta y a Laura y lo que quieren es dormir con ellas. Por su parte, el matrimonio Kambana-Watumbikua tiene que dormir en un colchón inflable cuyo mecanismo no pueden creer. Al llegar la noche se hunden en los colchones, es divertido, extraño, les hace reír. Pero puede que no resulte demasiado cómodo.

En (Batres) Madrid, los mentawai conocen por primera vez a los perros de Sonia, pero son demasiado grandes para ellos y la primera impresión es de miedo y extrañeza. Salomo, Lili, Amadigei y Baigidei tendrán que dormir en las literas que Sonia ha preparado para ellos pero la reacción es muy similar a la de los himba: no les gustan, creen que se pueden caer en medio de la noche. Tras explorar rápidamente la casa, los mentawai descubren en la cocina los primeros productos de nuestra gastronomía local: no entienden cómo podemos comer jamón crudo, el agua al no ser de río tampoco es de su agrado y les sorprende el tacto del hielo y no saber para qué lo utilizamos.

La habitación de Ventura se convierte en la sorpresa del día para Amandigei. En ella, el joven tiene en la pared un póster de una mujer enseñando los pechos, algo que causa una terrible sorpresa y diversión a los mentawai: no están acostumbrados a ver pechos tan grandes, ya que los de las mujeres de su tribu son mucho más pequeños y apenas llaman la atención. Durante la cena, en la que Sonia les ha traído unas pizzas que no convencen en absoluto a los mentawai, la tribu quiere saber dónde está Luismi. Será la primera de muchas preguntas que Sonia tendrá que contestar sin ganas de dar demasiadas explicaciones. Llega el final del día y es hora de ponerse el pijama y dormir. Tras las risas de no entender por qué tienen que vestirse aquí, las literas cobran protagonismo. Se subirán a ellas pero más de uno ha prometido ya que en cuando Sonia apague la luz él se irá a la alfombra a dormir.