Vitorio y Lucchino aprenden a confeccionar un traje típico de las mujeres Suri
Cuando se enteraron de su estancia en Sevilla, Victorio & Lucchino mostraron mucho interés en conocer a las mujeres Suri, a quienes invitaron a visitar su taller de confección. Nga Bilé y Nga Sedé han tenido el privilegio de pasar un buen rato con los diseñadores y han podido ver sus muestras, sus bocetos y apreciar sus telas. Sin embargo, no les han gustado algunos de los modelos, los que llevaban transparencias, siendo para ellas una ofensa ese tipo de vestimenta en una mujer.
Con toda la confianza del mundo, y para devolverles tan buena acogida, Nga Bilé ha cortado una de sus piezas y les ha mostrado cómo se confecciona un vestido Suri. “Tiene que tapar bien las piernas para que las mujeres tengan la libertad de bailar”, ha dicho, e inmediatamente, ha animado a Vitorio y Lucchino a que se pusieran a bailar con ella.
También en Sevilla, los Suri han acudido por primera vez a un partido de fútbol. "Todos gritábamos gol, gol, gol...Nunca había visto nada igual en mi vida", ha contado emocionado Tamaru y después del partido han estrechado la mano del presidente del Betis, Miguel Guillén y se han hecho con él la foto reglamentaria.
Los Suri viajan a Marbella y se reúnen con los Benhayer
Otro encuentro estaba a punto de llegar, algo totalmente inesperado. El cabeza de familia de los Benhayer les ha pedido que se trasladaran a Marbella para volver a verse y la tribu ha tenido ciertas dudas. Su convivencia fue bastante tensa – la matriarca no quiso raparse la cabeza, la familia fue expulsada y luego regresó- pero los Suri han decidido darles una nueva oportunidad. Una vez juntos, en un Club de Marbella, han brindado y la tribu ha podido codearse con la 'yet set' de la ciudad y conocer a todo tipo de artistas: al tenista Sergi Bruguera, al cantante King África y al humorista Ángel Garó.
Los Shiwiar viajan a Asturias y descubren el mar
De camino a Asturias, los Shiwiar han obligado a los Merino a detener la caravana. “¿Qué es eso?”, han exclamando al ver una inmensa balsa de agua que jamás podrían haber imaginado. “El mar”, les han contestado los Merino, y la tribu no daba crédito. “No puede ser. La otra orilla tiene que estar en algún lado”, han comentado, acostumbrados al río que permite sobrevivir a su tribu.
"No nos vamos a bañar nunca ahí", habían jurado, pero los Merino no han querido que sus invitados dejasen de disfrutar de un buen día de playa. Todos juntos se han puesto a tomar el sol y, entre risas y empujones, finalmente han conseguido que la tribu se diera un chapuzón.
Además, todo el que visita Asturias tiene que intentarlo; aunque para un amateur, y más aun siendo shiwiar, escanciar la sidra sea una misión imposible. A todos los miembros de la tribu les ha parecido algo muy divertido, pero no han entendido nada: “¿Por qué no acercan el vaso a la botella?”, se ha preguntado Guirar, extrañado.
Los Suri hacen otro descubrimiento: los preservativos
José ha llevado a Goreñi a una farmacia para enseñarle un objeto completamente desconocido para él: un condón. le ha explicado que aquí lo usamos, además de como método anticonceptivo, como una forma de prevenir enfermadades. Goreñi lo ha observado pero, al no entender su mecanismo, ha preferido consultarlo con sus mayores, a quienes les ha entrado la risa floja. "Pero, ¿cómo meten aquí el pene?, ha preguntado Arbulá."Está pegajoso", se ha reído Goreñi.
Lo cierto es que no les ha hecho ninguna gracia la idea de tener sexo usando condón: “Si tengo que ponerme eso para acostarme con una mujer de aquí, prefiero esperar y tenerlo con una de nuestra tribu”, ha sentenciado Tamaru.
La decepción de Nga Bilé: "Sabía que esto no podía ser tan bonito
Ngá Bilé se ha quedado en 'shock'. Caminando por una galería con las mujeres Navarro, ha encontrado a una mujer que vive en la calle. No comprendía nada: "¿Cómo es posible que unos tengan tanto y otros tan poco?... ¿No pueden compartirlo todo entre todos para que nadie tenga que vivir en la calle?...", ha preguntado. Y muy afectada, quería llevarse a la mendiga a su tribu para que, por lo menos, tuviera un techo bajo el que cobijarse. "Sabía que esto no podía ser tan bonito...", ha concluído.