Los Mentawai se hacen con el estilo de vida occidental

cuatro.com 06/05/2011 19:06

Para comenzar, los Mentawai se enfrentan con el caso de Luismi y Sonia a una situación completamente desconocida para ellos: una separación. Luismi ahora vive solo y se encarga de todas las labores del hogar, algo que para un hombre mentawai es impensable, "No es un hombre completo sin Sonia" dice Salomo.

Vivir en soltería, teniendo una familia es un concepto tan incompresible para ellos, como el construir torres tan altas y torcidas como las Kío. Eso opina Lili de su paseo por Madrid.

La majestuosidad de las vistas de la ciudad desde lo alto de una de las torres les hace adquirir una nueva perspectiva del espacio, "Nunca imagine que existiera un poblado tan grande".dice Lili.

El metro, los semáforos, las tiendas, las cristaleras, etc. Todo llama la atención de la tribu, todo es analizado, pero no todo es procesado y entendido. La mendicidad es el punto en el que más deberíamos reflexionar, "Esto no debería pasar con todo lo que tienen" afirma Aman Digei.

Luismi aprovecha su visita al gimnasio para que los hombres descubran otro lugar más de la ciudad, y aunque les parece curioso dudan de su utilidad, ¿para qué perder el tiempo dando patadas si puedes aprovechar la caza para conseguir estar fuerte?

La noche en un bar de ambiente

Un día tan completo en la ciudad solo podía acabar de una manera, de copas. Los Recuero Oliva llevan a la tribu a un bar de ambiente.

Por supuesto, los mentawai no entienden donde están, y sin saberlo se hacen fuertes con mucha naturalidad. Aparece en escena un joven ataviado con un tanga azul y plumas, (ellos lo asemejan a un taparrabos), se sube a la barra y baila, (un ritual para ellos).

La tribu se identifica con él, y aceptan con naturalidad su ropa y su baile, pero algo que ellos no esperaban que pudiera ocurrir, sucede: El chico se besa con otro hombre.

Caras de asombro y rechazo, éste no es un comportamiento bueno en su tribu, no es una sociedad que acepte la homosexualidad, pero eso no les impide disfrutar de las personas.

Pasados unos tensos momentos, la situación les hace olvidar, acepta que en España sea algo normal y en ningún momento terminan dando de lado al hombre del taparrabos azul. Lección aprendida