El niño estaba en mitad de la calle. Bocabajo. Debía tener unos quince años. La gente pasaba a su lado sin hacer nada, hasta que le ve Cuqui.
“Dale agua, que le den por culo a la bandera”. El matrimonio se pone manos a la obra: David levanta los pies del chaval, mientras Cuqui mira sus pupilas y comprueba sus pulsaciones. El niño tiene pulso, pero sigue inconsciente. “Hello my friendo. Oye. What is your name?” El chaval no responde a los estímulos de Cuqui. Ni siquiera abre sus ojos.
Unas mujeres paran a observar la escena. “La lengua, sácale la lengua”, dice David. La bandera de ‘Pekín Express’ ondea a escasos metros y el matrimonio es consciente de que sus opciones de luchar por la inmunidad se están evaporando. Tras varios intentos, la pareja consigue sacar con sus dedos la lengua, que estaba dificultando la respiración.
[[QUOTE1]]
El niño abre los ojos y mira desorientado a la cámara. ¿Quiénes son esos blancos que acaban de salvarle? ¿Por qué lo han hecho? Y sobre todo, ¿por qué están grabándole? Tras un rato, el chaval se levanta. Cuqui y David le abrazan y le dan una manzana y lo que les queda de agua.
El gesto honra a la pareja tanto como las palabras de Cuqui después de ver que llegan en tercera posición. “Da igual, ha merecido la pena. Es la firma más orgullosa que voy a echar porque por lo menos hemos ayudado a una persona.”