M. Íñiguez
El poema ‘Invictus’ que Nelson Mandela repetía desde su celda es un canto a la superación y si hay una pareja en Pekín Express que puede hablar de superación, es la de las sevillanas. Mar y Vanesa protagonizaron la pelea más grave de las cuatro ediciones de ‘Pekín Express’, pero aprovecharon como nadie la segunda oportunidad que el programa les dio. Al igual que Mandela, supieron hacerse fuertes en sus momentos más duros.
Por primera vez en ‘Pekín Express’, tres parejas participarían en la final. Jota y Freire partían con ventaja ya que no cargaban ninguna de las tres cajas zulúes de la anterior etapa. Eso les hizo comenzar 500 metros por delante de Mar y Vanesa, que portaban una caja, y un kilómetro con respecto a Pedro e Inés, que acabaron con dos. Esta distancia y el hándicap de cargar con unas mochilas más pesadas, lastraron a la pareja valenciana durante la primera manga de la final. Así, Pedro e Inés tuvieron que decir adiós a 'Pekín Express'. Lo hicieron con un beso apasionado, más de película que de reality.
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La final se puso de cara para la pareja de desconocidos. Consiguieron un salvoconducto en las dunas de Atlantis que les permitiría saltarse una de las pruebas. Eligieron la del detector de metales en la colorida playa de Muizerberg. No desaprovecharon esa ventaja sobre Mar y Vanesa y llegaron antes a la meta de la primera fase de la final, llevándose un amuleto de 3000 euros (más los 13000 euros que Inés y Pedro les cedieron antes de partir).
Con esta inyección anímica, la pareja de desconocidos partía como favorita para la gran final. “Somos muy merecedores de llegar a la final y de ganarla”, comentaba Freire.
Así, la Gran Final se decidiría entre dos parejas especiales y muy distintas: Jota y Freire, dos desconocidos que se han convertido casi en hermanos; Mar y Vanesa, dos hermanas que se apuntaron a esta aventura porque se habían convertido casi en desconocidas.
Nunca sabremos si Jota se pegó tal atracón en la cena previa a la final para celebrar la victoria previa, o si fue por la ansiedad de verse tan cerca del premio final... o si fue el hambre natural de las carreras que tuvo que pegarse. Tampoco podríamos asegurar que con él en perfectas condiciones la final se la hubieran llevado los desconocidos, pero la última cena fue el punto de inflexión en la final de ‘Pekín Express’.
Con Jota visiblemente tocado por una indigestión, Freire tuvo que ‘cargar’ con un hándicap durante una ‘gymkhana’ de 15 horas. Tiro de su compañero hasta que el catalán ‘rompió motor’ y tuvo que retirarse temporalmente de la carrera. No se rindió Freire, y pese a ir siempre a remolque consiguió alcanzar a unas sevillanas que comenzaron literalmente volando sobre sus rivales.
Los desconocidos pudieron llevarse 45000 euros, pero no se fueron con las manos vacías. En la penúltima prueba ganaron un viaje por África a todo lujo respondiendo correctamente a las preguntas que sus excompañeros de aventura habían grabado para este momento.
Mientras Mar y Freire gritaban a sus conductores que pisaran el acelerador, Jesús Vázquez, Jota y Vanesa esperaban en la meta con las luces de Ciudad del Cabo a sus pies y el poema de Mandela a medio acabar. Vanesa llegó minutos antes que Freire… y el resto es historia.
Atrás quedaban 45 días de aventura extrema, tres países mágicos y más de 10.000 kilómetros de viaje. Aunque, seguramente, el viaje más importante que han dado es el interior.