Dos factores sumen a Boston en un estado gélido jamás vivido hasta el momento en la ciudad estadounidense. Los efectos de la superluna, que ha aumentado el nivel del mar hasta el punto de provocar importantes inundaciones y una rápida caída de la presión barométrica, conocida como 'ciclón bomba', que ha congelado la ciudad con temperaturas de hasta -21º, han provocado el caos en la ciudad del estado de Massachusetts.