¿Quién evalúa a los profesores? ¿Quién controla la calidad de sus clases? Solo uno de cada tres fue evaluado el pasado año, algo impensable en otros países de Europa. Los profesores trabajan a puertas cerradas y ni siquiera sus compañeros han visto sus clases. Ellos defienden que son sometidos a auditorías externas sin aviso y que la sociedad no los valora lo suficiente.