La convivencia y las vacaciones incrementan las demandas de divorcio

Las crisis entre las parejas se incrementan durante los meses de verano. Durante las vacaciones, los matrimonios pasan la mayoría del tiempo con sus parejas y esto acaba pasando factura. En verano es cuando las relaciones de pareja más se deterioran. Según apuntan los expertos, cuanta mayor convivencia más se acentúa la crisis y mayor es la gente que se quiere divorciar.

Aún así, muchas relaciones que no pasan por su mejor momento antes del verano optan por una postura preventiva y presentan sus demandas de divorcio con anterioridad. Por otro lado, menos del cincuenta por ciento de las parejas que presentan la demanda de divorcio entre abril y mayo consiguen la sentencia antes de verano con lo cual en muchas ocasiones se agrava la situación en época estival. Sin embargo, los expertos advierten que alargar la crisis es agrandar el problema.