Un colegio de Miranda de Ebro crea un banco de olores por si algún niño desaparece

La iniciativa de un colegio de Miranda de Ebro y una asociación canina de rescate puede ser vital en caso de desapariciones de menores.
Judith Rasines, Jefa de Unidad de UCAS de Arrate, destaca que es el primer banco de olores que se hace en un colegio y es muy útil.
La iniciativa de un colegio de Miranda de Ebro y una asociación canina de rescate puede ser vital en caso de desapariciones de menores. La idea es conservar el olor de los alumnos para que en caso de desaparición los perros puedan rastrearles, informan M. Larrinaga y E. Gómez. Y para los pequeños es muy sencillo. Solo tienen que llevar una gasa en el pie durante el recreo. Así su olor se impregna en ella y consiguen almacenarlo en unos botes.
Judith Rasines, Jefa de Unidad de UCAS de Arrate, destaca que es el primer banco de olores que se hace en un colegio y es muy útil. "Los perros tienen una nariz prodigiosa y tenemos que aprovecharla en casos de desaparición. Es beneficioso porque ahorras casi 1 hora de tiempo al tener ya el olor desde donde sales".
Laura Hernández, directora del Centro, señala que "ojalá nunca tengamos que hacer uso del banco pero su proyecto de cada minuto es vida es así". Hablamos una medida que podría salvar muchas vidas y que ha suscitado el "interés de padres y familiares que quieren sumarse al banco de olores".
Nuria Magaña, representante del AMPA, espera que la idea se propague y que otros centros o personas con demencia puedan conocerlo.

