Sociedad

Lupe y Luis Miguel, rostros de la solidaridad en España: “El voluntariado alimenta el alma”

Recogida de Alimentos. Roberto Castro, Jacobo Rodríguez
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Hoy se celebra el Día Mundial del Voluntariado, una fecha para reconocer y poner en valor la labor de todas aquellas personas que, de manera desinteresada, dedican parte de su tiempo a ayudar a los demás. En España, son más de 4.200.000 voluntarios, lo que representa cerca del 10% de la población mayor de 14 años. La mayoría de ellos tiene entre 35 y 45 años, y más de la mitad son mujeres, lo que refleja un compromiso creciente de la sociedad con la solidaridad y la cooperación.

En Vigo, la jornada sirve para poner rostro a este esfuerzo. Conocemos a Guadalupe, de 70 años, y a Luis Miguel, de 21. Mujer mayor, hombre joven, pero ambos con la misma motivación: tender la mano a quienes más lo necesitan. Cada viernes, en la asociación local APAMP, estos dos voluntarios forman un dúo que no pasa desapercibido.

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Luis Miguel Vázquez, voluntario de APAMP, cuenta cómo combina su vida cotidiana con el voluntariado: “Si tengo una mañana libre o una tarde libre, vengo y me escapo de mi zona de confort y me vengo para aquí”. Lo que empezó como un apoyo puntual se ha convertido en una verdadera amistad, compartida también con Gonzalo, uno de los usuarios de la asociación. Vázquez confiesa: “Tenemos nuestros chistes. Cosas que sabemos y que compartimos él y yo”. Y Gonzalo Llamado, usuario de APAMP responde: “Me aporta mucha amistad y mucho cariño”.

El voluntario en España: mujer, entre 45 y 54 años y con estudios universitarios

En España, el perfil mayoritario del voluntariado sigue siendo el de mujeres entre 45 y 54 años con estudios universitarios, un grupo que representa la experiencia y la formación al servicio de los demás. Guadalupe, que se unió al Banco de Alimentos de Vigo cuando tenía esa edad, lleva más de 12 años dedicando sus fines de semana y tiempo libre a clasificar alimentos y organizar campañas solidarias.

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Es muy gratificante y alimenta el alma. Una recompensa que no es tangible y que solo se puede obtener trabajando de forma desinteresada por una buena causa

También hemos podido hablar con Lupe García, otra voluntaria: “Pensamos que somos útiles, sobre todo para aquellas personas que más lo necesitan, y en esto son muchas”. Ella, en cada recogida, dedica cuatro horas de su tiempo a organizar los alimentos, una labor que combina con la compañía de otros voluntarios de su generación y con el entusiasmo de los más jóvenes.

Para Lupe, la experiencia del voluntariado tiene un valor intangible: “Es muy gratificante y alimenta el alma. Una recompensa que no es tangible y que solo se puede obtener trabajando de forma desinteresada por una buena causa”. Palabras que resumen la esencia de esta labor: el voluntariado no busca reconocimiento ni beneficio personal, sino mejorar la vida de quienes más lo necesitan y generar comunidad.

El Día Mundial del Voluntariado recuerda que la solidaridad no tiene edad ni fronteras, y que desde los más jóvenes hasta los mayores, cada gesto cuenta. La sociedad española puede sentirse orgullosa de contar con millones de personas que, de manera silenciosa y constante, dedican su tiempo y esfuerzo a ayudar a los demás.