Sociedad

El Hospital Universitario de Ourense y su método para reducir la ansiedad antes del quirófano

Quirófano. Jacobo Rodríguez
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OurenseEntrar en un quirófano suele generar miedo, dudas y un nudo en el estómago. En el Hospital Universitario de Ourense quieren que ese momento sea distinto. Por eso han puesto en marcha una iniciativa sencilla, pero muy humana: acompañar y hablar con el paciente justo antes de la intervención, cuando más lo necesita.

La escena podría ser la de cualquier mañana. Una paciente se dirige al área quirúrgica acompañada por el equipo de enfermería. “Nosotros la vamos a acompañar y vamos a estar aquí con usted en todo momento, ¿vale?”, le dicen, acercándose y manteniendo una presencia serena. Va a ser operada de cálculos en la vesícula, y antes de entrar en quirófano, un médico se sienta a su lado, le explica y le aclara dudas.

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“Debe estar tranquila, le vamos a poner un montón de cables para tomar la tensión y para tenerle el corazón controladito”. Palabras simples, pero que ayudan a bajar el pulso y a entender que lo que ocurre alrededor es normal, seguro y controlado. Esa interacción, tan breve como valiosa, ha demostrado reducir significativamente la ansiedad de quienes van a ser operados.

Ellos se sienten más seguros, más tranquilos, más relajados y eso para nosotros ya es un gran logro

El proyecto, realizado por el equipo de enfermería del Hospital de Ourense, fue finalista en un certamen nacional considerado los “Goya de la Enfermería”. Para quienes lo desarrollan, el beneficio es evidente.

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Manuel Eladio Atrio, supervisor del área quirúrgica del CHUO, lo resume: “Ellos se sienten más seguros, más tranquilos, más relajados y eso para nosotros ya es un gran logro.” También lo ve a diario Alba Alonso, enfermera del área quirúrgica, que empatiza con historias que son especialmente delicadas: “Muchas veces esos pacientes vienen con un diagnóstico oncológico detrás y para ellos esos momentos previos les crean mucha ansiedad y angustia.”

El estudio se realizó con 184 pacientes, y todos mostraron mejoras: bajaron la tensión arterial, disminuyeron el ritmo cardíaco y afrontaron el proceso con más calma. Incluso su recuperación posterior fue mejor. “Somos muchos dentro del quirófano, pero es todo habitual, ¿vale?”, comentan los profesionales mientras siguen reforzando esa sensación de seguridad. Una iniciativa que demuestra algo esencial: a veces, lo que más cura antes de una operación no son las máquinas, sino las palabras.

Muchas veces esos pacientes vienen con un diagnóstico oncológico detrás y para ellos esos momentos previos les crean mucha ansiedad y angustia