Violencia digital: La sorprendente campaña del Ayuntamiento de Zamora, ‘El vídeo de mi ex’

En apenas 24 horas, 1.450 personas visitaron la página y muchos zamoranos arrancaron el anuncio creyendo que era real.
Una mujer en ropa interior en una vivienda, no sabe que una cámara la graba y esta acaba en carteles con un QR para ver el vídeo.
Este año se pone el foco en una nueva amenaza que llega del mundo digital. Interior ha identificado hasta 12 tipos de violencia machista a través de las redes sociales. En Zamora, lo denuncian con una campaña singular, informa Verónica Melendre, M, Álvarez y M. Alcázar.
Una mujer en ropa interior en una vivienda. No sabe que una cámara la graba. La imagen acaba en carteles por toda la ciudad y un código QR que remite a la web donde aparece el vídeo.
En apenas 24 horas, 1.450 personas visitaron la página. Y muchos carteles fueron arrancados por los zamoranos en señal de repulsa.
Todo esto ha sido una campana del Ayuntamiento de Zamora que simula la venganza de un hombre difundiendo material íntimo de su pareja. El mensaje es contundente: ver y compartir vídeos sin consentimiento es también machismo.
.La violencia digital contra las mujeres no para de aumentar. Una cada tres adolescentes con pareja sufre violencia digital al menos una vez al mes, según un estudio de la Fundación Ferrer. Y casi el 60% ha sufrido acoso online.
Nueva campaña de la Junta de Andalucía
La nueva campaña de la Junta de Andalucía también insiste. “Un ojo morado es violencia de género, obligar a compartir la ubicación en tiempo real, también”. Nuevas formas de machismo que también hay que parar.
Esta campaña nace para poner todas las violencias sobre la mesa: lo que parece inofensivo, lo que se disfraza de cuidado o de amor, lo que se justifica con excusas. Y nace también con un objetivo muy claro: incidir entre los más jóvenes. Para llegar hasta ellos y ellas y provocar una reacción vamos a hablar su mismo lenguaje, usar sus códigos, canales y plataformas. Porque lo que hoy no se cuestiona, mañana se perpetúa.
La idea de la campaña se construye sobre un paralelismo claro: contraponer las violencias más evidentes con aquellas que a menudo pasan desapercibidas. Un bofetón es violencia de género. Exigir contraseñas de redes sociales, también. Una paliza es violencia de género. Aislarte de tus seres queridos. Cada “también” funciona como detonador: obliga a reconocer que todas las violencias cuentan, no solo las que dejan huellas físicas. El concepto invita a abrir los ojos, sin negar, sin normalizar, sin disculpar.
Es una campaña pensada para generar debate, para cuestionar, para escuchar y que nos escuchen.

