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Cuántas cuentas bancarias es recomendable tener: consejos y modo de gestionarlas, según tus necesidades

Por seguridad no se recomienda tener todo el dinero en un mismo lugar
Hay que distribuir los ahorros entre cuentas. Pixabay
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¿Es mejor tener una única cuenta corriente donde va todo nuestro dinero, y se use para ingresos, gastos y ahorros, o dividir nuestras finanzas en diferentes cuentas bancarias con objetivos concretos? Aunque no existe una norma universal que se pueda aplicar, varios expertos coinciden en que mantener una mínima segmentación puede ayudarte a organizar mejor tu economía, reducir el riesgo de gasto impulsivo y facilitar el cumplimiento de metas financieras.

La respuesta, por tanto, no está en un número concreto, sino que se trata de una estructura flexible que se adapta a tus circunstancias personales.

Una cuenta para gastar y otra para ahorrar

Para Luz Martín Manjón, responsable de personalización en salud financiera del BBVA, lo ideal es tener “al menos dos cuentas”: una para tus gastos mensuales, en la que ingresas la nómina y pagas los gastos del día a día, y otra que sirve para guardar el dinero que no debe tocarse salvo en caso de emergencia o para objetivos definidos. 

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Esta segunda cuenta debe contener, según los expertos, al menos un “colchón de seguridad” equivalente a entre tres y seis meses de gastos fijos. El objetivo es contar con una barrera psicológica que evite tocar los ahorros cuando no sea imprescindible.

La regla de las cinco cuentas

Otros especialistas recomiendan dividir aún más: una cuenta para gastos mensuales, otra para ahorros de largo plazo, una tercera para metas concretas como vacaciones o un coche, otra para emergencias y una última para ocio o caprichos. Esta estrategia, conocida como el método de las “cinco cuentas”, se basa en aislar el dinero para evitar la tentación de gastarlo donde no se debe.

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Esta propuesta no es una verdad absoluta, ya que distintos expertos también apuntan que la cantidad de cuentas debería ajustarse a tus metas y situación vital, y por ello animan a segmentar para planificar con mayor claridad.

Una persona no residente puede tener su cuenta en España

¿Y si compartes gastos? 

Además de estas cuentas para el dinero ‘individual’ de cada uno, también cabe plantearse cómo gestionar el dinero cuando se comparte vida. De esta forma, en el caso de parejas o convivencias, las cuentas conjuntas pueden resultar útiles. Este tipo de cuentas ayudan a fomentar la transparencia y coordinar presupuestos, además de permitir la actuación mutua en situaciones de emergencia.

Estas cuentas también permiten una visión compartida de los movimientos y reducen el esfuerzo administrativo en gastos comunes, como el alquiler o la hipoteca.

Es importante saber que puedes tener tantas cuentas como desees. No hay restricciones legales sobre cuántas cuentas corrientes o de ahorro puedes abrir, incluso en bancos diferentes. Sin embargo, es importante evaluar la capacidad de gestión. A más cuentas, más complejidad en el seguimiento, cumplimiento de saldos mínimos o posibles comisiones.

Tener varias cuentas bancarias puede ayudarte a evitar errores comunes: por ejemplo, gastar tus ahorros sin darte cuenta, mezclar dinero destinado a distintos fines o perder de vista tus metas a medio y largo plazo. Es importante ser conscientes de que multiplicar las cuentas también complica su gestión, sobre todo si tienes que mantener ciertos saldos mínimos en cada una o si no automatizas los traspasos periódicos.

La recomendación, en todo caso, pasa por usar herramientas digitales (banca móvil, apps de presupuesto, alertas) que te ayuden a tener control sobre tus movimientos y evitar confusiones.

La estructura mínima recomendable es clara: una cuenta para el día a día y otra para tus ahorros. A partir de ahí, puedes ampliar según tu situación:

  • Tercera cuenta para metas concretas (viajes, coche, reformas…)
  • Cuenta de emergencias, si no la tienes integrada en el ahorro general
  • Cuenta conjunta, si compartes gastos regularmente
  • Cuenta para inversión, si quieres separar tu capital de riesgo del ahorro seguro

Lo importante no es la cantidad, sino que cada cuenta cumpla una función clara, con límites definidos y hábitos de uso saludables. En definitiva, que una buena organización financiera pasa por saber exactamente cuánto tienes, dónde y para qué lo estás guardando.