CAR-T tándem, la terapia que da una segunda oportunidad a Lucía, que hoy vive sin leucemia: "Quiero estudiar Biología"

Una imagen de Lucía con su padre y los médicos. EFE
  • Las terapias CAR-T tándem: la esperanza para los niños con recaídas en cáncer como Lucía

  • El tratamiento, que une terapia celular y trasplante de médula, se ha realizado en el hospital madrileño La Paz.

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Un ensayo clínico con células CAR-T tándem ha conseguido un 60% de supervivencia en pacientes de cáncer infantil que habían recaído. Lucía es una de ellas, tiene 15 años. Tras dos años de seguimiento está libre de enfermedad. Lucía había recaído cuatro veces en su leucemia. "Se me perdía la esperanza porque me decían esta va a ser la definitiva y se te va a curar pero nunca era verdad, así que yo decía ya pa qué".

En la última ya no había ninguna opción para ella porque incluso la terapia cart convencional había fallado. Tras probarlo todo ella, junto a estos otros niños también con leucemia en recaída y sin más alternativas, se han sometido a una terapia pionera en Europa. Una investigación del Hospital La Paz de Madrid y CRIS contra el cáncer ha hecho que las cart- dieran un paso más.

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Y ha funcionado. La terapia le ha quitado el cáncer y ahora se siente “genial”, con ganas de estudiar Biología y deseando que otros niños puedan tener la misma segunda oportunidad que la ciencia le ha dado a ella.

Pero no siempre ha tenido la misma esperanza. Cuando los médicos del hospital madrileño La Paz le explicaron el nuevo tratamiento, una CAR-T tándem, que une este tipo de terapia con un trasplante de médula, no lo recibió con "mucha confianza en un principio" porque ya le habían hecho "un montón de cosas", desde quimioterapia a una CAR-T convencional y otro trasplante.

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Pero se sorprendió: "Normalmente tengo recaídas al año y mucho, pero ahora me siento genial. Estoy muy contenta porque parece que ahora sí, estoy curada", celebra ante los medios después de la presentación de la inmunoterapia que lo ha hecho posible.

Sus 15 años no han sido fáciles, sobre todo cuando estaba en Primaria. "Lo pasé un poco más mal porque había niños que se metían conmigo porque, bueno, son niños y no son conscientes de lo que pasa en realidad. Pero ahora la gente, si me conoce, pues me entiende", relata.

Ahora mira al futuro con una sonrisa: Nunca ha querido hacer nada de letras porque los idiomas se le dan "muy mal" y a ella lo que le gusta es la ciencia; de mayor quiere ser bióloga, aunque no sabe "muy bien en qué" especializarse. Lo que tiene más claro es que desea que su ejemplo sirva para que "esto llegue a otros hospitales para que otros niños no tengan que estar 15 años probando cosas hasta llegar aquí".

Su padre, José, es de Cádiz, pero la enfermedad de su hija ha llevado a la familia a vivir en Valencia, Barcelona y Madrid en busca de tratamientos. Tras la última recaída, su hospital de referencia en Cádiz no le dio más opciones. "El tratamiento no nos lo ofrecieron, el tratamiento lo buscamos", quiere dejar claro. Y lo encontró en la Unidad de Terapias Avanzadas que la Fundación Cris contra el Cáncer tiene en La Paz.

El tratamiento no nos lo ofrecieron, el tratamiento lo buscamos

Ellos lo encontraron, pero se pregunta cuántas familias en su misma situación no han podido hacerlo: "Lo que es urgente es que no tengan que ser las familias las que tengan que buscar estos tratamientos y que no dependa, vamos a decir, de la suerte". Aunque él no cree en ella porque, puntualiza, "la suerte hay que buscarla".

Su familia es ahora un ejemplo de cómo la investigación está logrando que enfermedades raras como la de su hija se curen o, al menos, se cronifiquen. "Somos la generación que va a curar el cáncer", augura.

Somos la generación que va a curar el cáncer

A Matías le diagnosticaron leucemia a los diez meses y ya estaba en paliativos. Al mes estaban libres de enfermedad, pero había que hacer el trasplante de médula individualizado. Otros seis niños han quedado libres de la enfermedad, con un porcentaje de éxito del 70%. En el caso de Lucía fue su padre: "Ella me da la vida.. yo nada", confiesa. Tras casi dos años después están libres del cáncer y hacen una vida normal sin perder la esperanza.

El problema de los médicos en nuestro país

Los médicos de nuestro país dibujan un futuro poco optimista. No pueden más y los datos les avalan. La Organización Médica Colegial, asegura que el problema en España no es la falta de médicos sino que están mal distribuidos. España supera la media europea de médicos por habitante: 439 por cada 100.000 habitantes, frente a los 420 de Europa.

Aun con eso, comunidades como Andalucía, Castilla La Mancha, las que están en tono más claro no llegan a la media nacional. Somos líderes mundiales en facultades de medicina: tenemos 53 facultades, 38 públicas y 15 privadas donde el 71% de los estudiantes, de los futuros médicos son mujeres. Pero el problema es que la media de edad de nuestros médicos actualmente es de 47 años y medio. Y además que en 10 años se van a jubilar 69.000 médicos, que son el 25% del total.

Pues hecho este análisis, estos doctores son los responsables de impresionantes avances médicos como el último que ha dado esperanzas a Lucía y muchos otros niños.