¿Qué provocó el derrumbe del edificio en Madrid?: los expertos hablan

¿Qué pasó en el derrumbe de Madrid? Los expertos hablan
Una imagen del estado del edificio derrumbado parcialmente en Madrid. Cuatro
  • Los expertos consultados por Noticias Cuatro apuestan por la acumulación de escombros, pero el responsable de la obra no lo cree

  • 24 horas después del derrumbe de este edificio en el centro de Madrid, la gran incógnita sigue siendo qué provocó el colapso

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El derrumbe parcial del edificio de Madrid acabó en tragedia. Cuatro personas muertas, tres obreros y una administrativa que se encontraban en el interior. 24 horas después del derrumbe de este edificio en el centro de Madrid, la gran incógnita sigue siendo qué provocó el colapso de los forjados.

De momento, todas las hipótesis están abiertas, aunque ha sido el propio alcalde de Madrid, José Luis Martínez, el que ha lanzado la primera al hablar de un exceso de carga de material en la parte superior del edificio. Los bomberos no son tan categóricos y hablan de una suma de factores.

El colapso se produjo al vencer el forjado de la sexta planta, lo que provocó la caída de todas las inferiores, aunque afortunadamente en la parte central del edificio. Las obras, que se iniciaron en el mes de febrero, iban lentas, y todos los permisos estaban en regla, según el responsable de la obra. El objetivo era hacer un hotel de 4 estrellas. "Se va demoliendo una parte, se refuerza y se ejecuta. Se toman todas las medidas de seguridad", asevera al respecto el responsable de la empresa Anka Demoliciones, Daniel Anca.

Anca ha negado que "se estuviera vertiendo hormigón en la zona ni tampoco que se hubiera producido un fallo en la grúa", como algunos testigos comentaron tras producirse el accidente. "La grúa estaba parada durante la jornada del siniestro y que el hormigón se estaba echando en el sótano".

Madrid y sus otros derrumbes que acabaron en tragedia
Madrid y sus otros derrumbes que acabaron en tragedia

Los expertos apuestan por la acumulación de escombros

Pero qué opinan los expertos. Jacobo Alonso de Lucas, arquitecto, coincide con la impresión transmitida por el alcalde de Madrid. "Según parece si se está subiendo el material, es muy probable que lo hayan acumulado en la planta superior".

"Que un operario acumule el peso indebido en un lugar inadecuado es algo que no es inusual, es posible que estemos en eso", señala Sigfrido Herráez, decano del Colegio de Arquitectos de Madrid.

"Un forjado está calculado para soportar una sobrecarga 200 kg por metro cuadrado. Un saco de cemento pesa 25 kilos, 8 sacos ya son 200 kg", explica Alonso de Lucas.

Los bomberos dicen que en Madrid centro es especialmente complicado acopiar material de construcción, escombros, por lo que tampoco descartan que haberlo colocado en una mala zona haya podido provocar el desastre.

El depósito de ese escombro en el centro o una parte del forzado provoca un hundimiento para dentro, que es lo que ser produjo en este caso, según las primeras hipótesis, señala Alberto Martínez, arquitecto técnico.

Daniel, responsable de la empresa constructora ANKA, acompaña a sus trabajadores y trata de obtener respuestas. Dice que por lo que él sabe no se acumularon escombros arriba y que el accidente ha sido en una zona donde no se estaba trabajando. 40 personas trabajaban en la obra, pero no en la zona del derrumbe y "todo contaba con la documentación y licencias en regla".

Mientras, palmo a palmo, técnicos y bomberos evalúan el interior del edificio con casi tres metros de altura de escombros. Cómo se produjo el desplome, será la investigación la que diga la última palabra.

Tres de las víctimas mortales se encontraban en el servicio y una cuarta en la cubierta. Pese al drama de las familias de los cuatro fallecidos, podíamos haber estado ante "una tragedia aún mayor", ya que en el momento del derrumbe había "más de 40 trabajadores" en el edificio, todos ellos "con experiencia y la documentación legal en regla".

El empresario ha explicado que, según la información que manejan, dos de las víctimas mortales aún no han sido formalmente identificadas. Los otros dos fallecidos han sido identificados como la ayudante de producción y un obrero de 40 años nacido en Malí, cuyos familiares se han acercado a la zona para que la Policía Judicial les informara sobre el paradero del cuerpo del fallecido.

El centro de Madrid recupera la normalidad

El centro de Madrid, mientras tanto, recupera lentamente la normalidad. A primera hora de este miércoles poco queda ya del trasiego de vehículos de emergencias, incluidos Bomberos, Policía Municipal, Samur-Protección Civil e incluso Samur Social. Ahora ya apenas queda menos de media docena de vehículos de Policía controlando el perímetro.

También se han pausado los trabajos de retirada de escombros, que como ya adelantó la vicealcaldesa y delegada del Área de Seguridad y Emergencias de la ciudad, Inma Sanz, se prolongará durante los próximos días.

Se vuelve a pasar por la plaza de Herradores, que conecta con Hileras, y los viandantes pueden bordear la zona sin necesidad de desviarse demasiado. Sin embargo, el acceso a Hileras sigue reservado para los vecinos que acrediten que viven en la zona.

Con la relajación del perímetro de seguridad la zona empieza a notar la llegada de curiosos, madrileños y turistas que acuden al lugar conocedores de la tragedia. Algunos vecinos recuerdan todavía el fuerte estruendo que les sorprendió hace apenas 24 horas y que en un principio temieron que se pudiera tratar de un atentado.

La zona también se ve afectada por el trasiego de turistas. La calle se encuentra a escasos metros de la Puerta de Sol o la plaza Mayor, epicentros del turismo en la capital y que conllevan que extranjeros se acerquen a las inmediaciones de la calle Hileras atraídos por la presencia de policía y prensa.

Tras unas últimas horas de conmoción por lo dramático de la situación, y también la incertidumbre sobre posibles riesgos del derrumbe, los alrededores de Hileras vuelven a la normalidad, aunque los vecinos de la propia calle seguirán días con alteraciones en su rutina hasta que se culmine con la retirada de los cerca de 150 metros cúbicos de escombros.