Salud

Por qué los médicos alertan del aumento de colesterol en jóvenes sin sobrepeso y qué recomiendan hacer

El colesterol puede pasar desapercibido
El colesterol puede pasar desapercibido. Freepik
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El colesterol alto siempre se ha considerado una preocupación exclusiva de personas mayores o con sobrepeso. Sin embargo, cada vez más estudios y profesionales alertan de que jóvenes aparentemente sanos registran niveles altos de colesterol LDL, el denominado “colesterol malo”, lo que conlleva un riesgo cardiovascular al alza. Según un informe de la Asociación Americana del Corazón, un 7% de niños y adolescentes ya están en niveles fuera de rango, y esta cifra aumenta hasta el 38% en adultos mayores de 18 años.

Ante esta realidad, pediatras, cardiólogos y endocrinos advierten que la evaluación solo basada en el índice de masa corporal es insuficiente. Se recomienda realizar pruebas de perfil lipídico en jóvenes, sobre todo, si hay alguna constancia de riesgo o antecedentes familiares.

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¿Qué jóvenes presentan colesterol alto?

Curiosamente, muchas personas jóvenes con peso normal, es decir, que tienen su IMC dentro del rango saludable, tienen niveles elevados de colesterol LDL y no-HDL. El colesterol alto no discrimina por su peso, ya que las personas con sobrepeso tienen una mayor probabilidad de tenerlo, pero las personas delgadas también pueden tenerlo.

Un estudio de la Asociación Americana del Corazón reveló que el 7% de los adolescentes en Estados Unidos presentan cifras patológicas, y otro 21% está en niveles limítrofes. La hipótesis principal es que los estilos de vida sedentarios y la dieta ultraprocesada están detrás de este fenómeno, incluso sin que los jóvenes ganen peso de forma evidente.

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En España, aunque los datos globales del estudio ENRICA se centran en población de 35 a 64 años y no ofrecen cifras más jóvenes, subrayan que la distribución de lípidos es elevada en la población general. Si a eso añadimos hábitos poco saludables desde edad temprana, no es raro que el colesterol alto aparezca sin que se detecte de manera visual.

¿Por qué sube el colesterol en personas sin sobrepeso?

Las causas de que aumente el colesterol en personas aparentemente sanas son diversas y van mucho más allá del IMC:

  • Sedentarismo prolongado: un estudio de Infobae señala que estar sentado ocho horas al día aumenta el colesterol y el IMC incluso en persona que hace ejercicio ocasional. La actividad física regular es vital para regular procesos metabólicos, incluso sin modificar el peso.
  • Dietas ultraprocesadas: estas dietas altas en grasas saturadas, aceites omega-6 refinados, azúcares simples y sin frutas o verduras frescas generan un perfil lipídico adverso. La hipótesis del ácido linoleico oxidado subraya cómo ciertos aceites vegetales favorecen la oxidación del LDL, promoviendo aterosclerosis.
  • Herencia genética: un perfil familiar con colesterol alto puede desempeñar un papel crítico. Aunque no sea hipercolesterolemia familiar, los genes explican parte del riesgo.
  • Microbioma intestinal: la alteración de la flora intestinal por antibióticos, comida ultraprocesada o contaminantes puede influir en el metabolismo lipídico y la inflamación crónica.

El colesterol alto, sobre todo el LDL y no-HDL, se asocia con arterias más estrechas, riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares. En España, estas enfermedades siguen liderando las causas de fallecimiento.

Recomendaciones de los profesionales

Los médicos advierten que el colesterol elevado no es algo exclusivo de personas con sobrepeso. Por esto, recomiendan realizar controles del perfil lipídico desde edades tempranas, incluso en jóvenes sin sobrepeso. Aunque en España no existe todavía un protocolo universal de cribado, cada vez son más los profesionales que solicitan análisis de colesterol cuando hay antecedentes familiares de hipercolesterolemia o factores de riesgo asociados.

La alimentación sigue siendo un pilar fundamental en la prevención. Los expertos promueven una dieta basada en el patrón mediterráneo: abundancia de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, pescado azul, frutos secos y aceite de oliva virgen extra. También se aconseja limitar los productos ultraprocesados, los azúcares añadidos y las grasas trans, que son muy habituales en la dieta adolescente y pueden alterar los niveles de colesterol incluso sin reflejarse en el peso corporal.

Junto a la alimentación, la actividad física es esencial. Los especialistas recomiendan al menos una hora diaria de ejercicio moderado para los menores de edad y evitar el sedentarismo prolongado. Estar muchas horas sentado, aunque se haga deporte habitualmente, también afecta de manera negativa al metabolismo y a la salud cardiovascular a largo plazo.

En algunos casos, cuando el colesterol LDL es muy alto y no se logra reducir con cambios en la dieta y el ejercicio, los médicos pueden valorar el uso de medicación, como estatinas. Esto se contempla especialmente en personas con hipercolesterolemia familiar, donde el riesgo cardiovascular es más elevado desde edades tempranas. Este tratamiento precoz puede prevenir daños en los vasos sanguíneos en el futuro.

Los profesionales insisten en la importancia de la educación sanitaria tanto en jóvenes como en sus familias. Informar sobre los riesgos del colesterol elevado, incluso en ausencia de sobrepeso, y fomentar hábitos saludables desde la infancia son las mejores estrategias para reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares en las próximas generaciones.