El propietario de un bar de la plaza Zabalburu denuncia peleas con catanas, hurtos a clientes y amenazas a camareros
El sistema pionero que usa el ayuntamiento de Estepona para evitar los robos de cables de cobre
BilbaoLa inseguridad es uno de los principales problemas de la capital vizcaína a ojos de sus propios habitantes, informa en el vídeo Miriam González. Es una tendencia repetida en los últimos años y demostrada en numerosos estudios y encuestas. Esta vez, es un cuestionario promovido por el ayuntamiento con motivo del ecuador del mandato el que apunta a la 'falta de seguridad' como el principal problema de la ciudad.
La percepción general coincide con denuncias particulares. Noticias Cuatro ha podido hablar con el propietario de un bar situado en la plaza Zabalburu que se muestra hastiado de que ocurran robos y peleas en su establecimiento. Las cámaras de seguridad del local graban escenas de violencia o de carteristas asaltando a sus clientes todas las semanas.
Un local asolado por la violencia y frecuentado por carteristas
Unos encapuchados llegan a la puerta del establecimiento y, sin mediar palabra, comienzan a pelearse. Las cámaras del bar son testigos: iban armados con catanas, machetes y otras armas blancas. También se producen continuamente robos a clientes. Las grabaciones muestran como un individuo entra al local con confianza y va directo a por su víctima: un hombre de avanzada edad. Le extrae la cartera del bolsillo trasero y disimula acercándose a la máquina tragaperras.
El propietario está tan cansado de la violencia y los robos que se plantea incluso cerrar el negocio. "Se liaron a machetazos", asevera mientras enseña las imágenes. Dice vivir con miedo y ansiedad. Algunos de sus trabajadores están amenazados. "Malas formas hacia el personal, insultos... Una de las chicas me pidió que si tenía algún spray para defenderse porque le daba miedo salir. Había tres que la seguían cuando salía del turno", relata.
Es solo un ejemplo de cómo la situación ha llegado al límite en la plaza de Zabalburu. Los vecinos de la zona coinciden en que se ha vuelto un barrio inseguro y conflictivo y que este tipo de hechos delictivos ocurren prácticamente a diario.


